Este miércoles 10 de marzo en pleno Obelisco, centro neurálgico de la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, se dieron cita un millar de personas que pedían justicia por Diego Armando Maradona al son del lema “no murió, lo mataron”.
El Pelusa dejó de existir el 25 de noviembre del año pasado, pero en el corazón de los argentinos y de los futboleros de todo el orbe, está lejos de ser olvidado y sigue más presente que nunca.
Por eso que a las 18:00 y con 30 grados de temperatura, las callecitas se inundaron de banderas, bombos, lienzos y muchos cantos. Era como un partido de fútbol, pero sin fútbol. Donde queda demostrado una vez más, que Maradona para muchos, es una verdadera religión.
Diez minutos después de la hora de inicio de la marcha, aparecieron en escena Claudia Villafañe, ex esposa del Diego y sus hijas Dalma y Giannina, las que habían participado de la convocatoria.
Locura total. La prensa sobre la familia Maradona, los hinchas intentando acercarse a ellas, gritos, empujones, histeria y un desorden que terminó con las tres mujeres huyendo despavoridas del lugar.
Nos animanos a seguir a Dalma en su escape, y mientras ella intentaba hacerse paso frente al enjambre de cámaras y micrófonos, una fanática le gritó casi en el oído: “No te preocupes que nosotros te vamos a cuidar, como vos no cuidaste a tu padre“. Terrible, pero real.
Pese a que las tres mujeres más importantes en la vida de Diego Maradona, recibieron el apoyo de los manifestantes en el Obelisco, hubo voces de reproche y de críticas por el actual pusilanime de la familia en los últimos días del 10.
La hija mayor del astro argentino explicaría la situación en su cuenta de Instagram. “Lamentablemente fuimos caminando hasta el Obelisco lo más bien hasta que la prensa se nos tiró encima, fue imposible seguir avanzando porque la prensa también empezó a empujar a la gente y nos pareció que no era la forma. No fuimos a dar notas porque el objetivo nuestro no era ese. Nadie insultó a mi mamá como quieren inventar (todo lo contrario) y no nos fuimos a refugiar a ningún hotel sino que habíamos dejado nuestros autos en ese estacionamiento”, explicó.
No obstante la fugaz presencia de la familia Maradona en el evento, el acto siguió su curso y mientras la mayoría pedía pacificamente justicia para el Pelusa, otros se dedicaban a robar celulares y lo que encontraban a su paso, ensuciando el objetivo de la cita. Un amigo de lo ajeno fue detenido por los propios maradonianos y entregado a la policía.
Una marcha que tuvo de todo, tal como la vida de Diego Maradona y ahora será la justicia argentina la que determine si hubo o no negligencia en su muerte y la responsabilidad que le cabe en estos hechos a los dos apuntados por la gente: Matías Morla, abogado y Leopoldo Luque, médico.