Pasa hasta en las mejores familias. El entrenador chileno Manuel Pellegrini vivió una de sus noches más negras al mando del Betis, que sufrió su segunda eliminación por penales en una semana: primero en semifinales de la Supercopa de España ante Barcelona en Arabia Saudita, y ahora en cuartos de final de la Copa del Rey frente a Osasuna en Sevilla.

Lo peor fue el trance que llevó a las derrotas. Y es que el conjunto andaluz llegó con lo justo en lo físico a ambos alargues, y aunque Pellegrini les pidió concentración y un último esfuerzo de intensidad a los suyos, el mensaje quedó encriptado al borde del campo de juego y no parece haberles hecho sentido.

En las imágenes del programa El Desmarque se ve cómo Pellegrini se acerca a varios de sus jugadores junto a la banca bética en el descanso posterior al primer tiempo suplementario, justo después de que Youssouf Sabaly pusiera en ventaja al elenco verdiblanco (2-1). Pero la arenga que recibieron Loren, Guido Rodríguez y Borja Iglesias no hizo efecto.

Bastaron 19 segundos de reanudado el fútbol para que una rápida combinación de Osasuna y la floja marcación del mismo Sabaly permitieran el empate para la visita, en los pies de Rubén García. Pellegrini no había alcanzado ni a sentarse nuevamente en la banca antes del baldazo de agua fría.

La igualdad llevó la llave de cuartos de final a definición por penales, donde el conjunto rojillo fue más certero y se quedó con la serie con un parcial de 4-2. De esta manera, Pellegrini lamentó la eliminación del campeón vigente de la Copa del Rey y la inquietud por una arenga que no tuvo el efecto deseado.

Betis no tendrá mucho tiempo para lamentos y menos para descanso, ya que debe volver a la acción por La Liga de España este sábado en Cornella de Llorbregat, con la obligación de sumar para no rezagarse en la lucha por un cupo a las copas europeas en la próxima temporada.