La historia de Erika Olivera en el deporte chileno viene escrita con letras de oro. Es la única representante nacional que compitió en cinco Juegos Olímpicos, cerró su carrera como abanderada en Río 2016 y fue la última mujer que se colgó una medalla de oro panamericana en atletismo, con su título en la maratón de Winnipeg en 1999.

Sin embargo, el currículum de quien hoy es diputada por el distrito 9 no fue suficiente para estar entre los seis embajadores designados para los próximos Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023, que serán presentados este lunes. "La verdad es que no sabía, no tenía idea. No tengo mayor información", dijo al contacto con Redgol.

La lista incluye al ex tenista Nicolás Massú, el futbolista americano Sammis Reyes, la nadadora Kristel Köbrich, el luchador Yasmani Acosta, el paratenismesista Robinson Méndez y la campeona paralímpica en lanzamiento de la bala, Francisca Mardones. Tal como Olivera, tampoco está Fernando González, vinculado a los Juegos en el pasado gobierno.

Pero la parlamentaria evita hablar de tintes políticos en la elección de quienes serán los promotores oficiales de Santiago 2023. "No me llega mucha información de lo que se está haciendo. No sé qué se realiza y me estoy enterando por ustedes. Las autoridades son las encargadas de ver a quiénes invitan y a quiénes no", asegura.

"Falta más transparencia en el manejo de los recursos"

Pero Érika Olivera tiene claro el lugar que debe asumir de cara a los próximos Juegos Panamericanos y Parapanamericanos. En su calidad de diputada, debe fiscalizar y visar el uso de recursos, que ha sufrido repetidos aumentos en el presupuesto en la recta final hacia el inicio pactado para el próximo 20 de octubre.

"Puedo hablar de lo que me ha tocado ver. En el rol que nos toca cumplir, ha llamado la atención el aumento de presupuesto que hemos tenido que aprobar para la realización de los Juegos. Si bien sabemos que en la historia de los Panamericanos anteriores siempre hay aumentos del presupuesto inicial, ha llamado poderosamente la atención", asume.

"Se ha dado la excusa o la explicación de que como estuvimos en pandemia y hay inflación, aumentó el costo de los materiales de construcción para los lugares que se están levantando, o que la mano de obra ha sido difícil de conseguir. En ese sentido, somos conscientes y queremos que los Juegos resulten como esperamos, como la gran fiesta que son. Pero no puede ser al costo que sea", advierte la parlamentaria.

Olivera cree que el flujo de información entre los organizadores y el Congreso no ha sido claro: "Creo que falta más transparencia, porque lo que vemos cuando hemos votado el presupuesto es que hay un aumento, pero no tenemos un resumen de cómo se manejan esos recursos que van en aumento. Espero que en un tiempo eso pueda estar a la mano".

Con más de dos décadas de participación en Panamericanos, la diputada asume las dificultades que debe asumir la sede de un certamen de esa magnitud. "Ahora es difícil, porque la información no está completa, pero como legisladores y en nuestro rol fiscalizador seguiremos insistiendo, que es lo que nos corresponde", sentencia.

Finalmente, la parlamentaria hace un llamado en pos de la claridad en el uso de los recursos, como un elemento de importancia crucial para Santiago 2023. "Aunque queremos lo mejor para los Juegos Panamericanos y Panaparamericanos, no podemos dejar de lado la transparencia que hay que dar a todo el país", completa.