"Cuando estés cansada, imagina a tu hijo al otro lado de la cancha"

Ser madre y futbolista en Chile es casi incompatible. Muchas veces las jugadoras quedan sin apoyo y optan por el retiro cuando se embarazan. Y aquéllas que deciden seguir adelante con los hijos y la pelota, deben multiplicarse, coordinarse con sus familiares, y además cumplir en la cancha. No es la maternidad más sencilla.

El Campeonato Nacional Femenino no contempla entre sus bases el apoyo a una jugadora embarazada, y en gran parte de los clubes no existen protocolos internos para saber qué hacer en esta situación, ni garantías para las mamás futbolistas. Pero en el mundo ya se han dado algunos pasos para regularizar esta realidad del fútbol femenino.

El año pasado, la FIFA reglamentó una iniciativa del sindicato mundial de futbolistas (FIFPro), con la intención de que quienes esperan un hijo o hija tengan una maternidad con derechos, como cualquier otra trabajadora: sueldo, mínimo de 14 semanas de pre y postnatal, apoyo médico, lactancia, derecho a regresar al club y protección contra el despido.

El problema es que en Chile sólo el cinco por ciento de las jugadoras cuenta con contrato profesional, según la Radiografía del Fútbol Femenino que publicó la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff) en octubre pasado. Una señal de precariedad y del largo camino que hay que recorrer para ser mamá y futbolista.

Qué derechos tiene la futbolista embarazada en Chile
 

Las jugadoras que no tienen relación laboral establecida con sus clubes, no tienen asegurado un cupo en el plantel una vez que terminen el postnatal. Tampoco pueden aspirar a recibir un salario mientras estén de baja por embarazo. Eso para empezar

Camila García es directora de Anjuff y también vicepresidenta de FIFPro. En diálogo con RedGol, reconoce que "hasta ahora no hemos visto muchos casos, pero creo que no lo hemos visto porque la mayoría no tiene contratos y tienen que decidir si jugar o formar una familia".

"En el fondo, no hay certezas ni estabilidad laboral para este grupo, entonces las jugadoras deben salir antes de la actividad. Y al hacer eso, muchas se retiran antes de llegar a su peak, que en las mujeres llega más tarde que en los hombres. Como consecuencia, se afecta a la competición y la competitividad del campeonato en general", resume.

Todos los equipos tienen una jugadora y madre en sus filas. Incluso varias integrantes de la selección chilena femenina, como María José Urrutia o Javiera Toro, han hecho frente a las dificultades que existen para compatibilizar la maternidad con el máximo nivel del fútbol profesional.

Javiera Toro: "Estuve con depresión en mi embarazo"
 

Coté Urrutia y Chavi Toro no esconden su maternidad. De hecho, la delantera de Colo Colo es protagonista del documental Eternas Campeonas junto a su hija. Por un lado, entrena. Por otro, peina a Sofía, la lleva al colegio y conversa con sus profesoras. Incluso graban TikToks entre las dos.

“Cuando una es futbolista tiene que viajar y se pierde de muchas cosas. No verla, no hacerle sus cosas, no poder abrazarla. No poder retarla, jajaja. Se extraña obviamente. Es lindo compartir momentos con ella porque a veces falta tiempo: escaparnos un fin de semana, irnos a la playa, o hacer cosas cotidianas que hace todo el mundo", reconoció Urrutia.

La defensora del Sevilla ha contado su experiencia con la maternidad y el fútbol. Su hijo nació cuando ella tenía 16 años y pasó un año sin jugar. Hoy Liam vive en Tocopilla y ella en España. El pequeño está al cuidado de la madre de Chavi.

"(La maternidad) interrumpió los planes, pero me dio más motivación para conseguirlos, porque al final mi hijo me dio fuerzas, me hizo madurar. Estar embarazada es un proceso súper duro. Tuve que enfrentar varias adversidades, como la discriminación porque Tocopilla es súper chico", reconoció a Europea News.

"Sé que hay mucha gente que me quiere mucho y que ahora me sigue, pero en ese momento no había probabilidades de que yo lograra todo lo de ahora. Se hablaba mucho y muy mal. La pasé súper mal, estuve con depresión en mi embarazo, estrés. No salía de mi casa porque escuchaba los comentarios, y al final no disfruté mi embarazo", aseguró.

Ahora la zurda tiene otras preocupaciones. "Como madre, quiero estar siempre con mi hijo. No es fácil de controlar la angustia de todos los días. Pero gracias a mi familia he hecho las cosas bien. Mi familia entiende que vale la pena por todo lo que he conseguido y siento que mi hijo se siente orgulloso de lo que hago y eso me hace inmensamente feliz", contó.

Javiera Toro es parte de la nueva generación de la selección chilena femenina y una de las chilenas que juegan en el fútbol español

Siempre un hijo va por delante
 

La arquera Yessenia Jorquera, de Universidad de Concepción, pone sus condiciones: "Si algún club no tuviera la facilidad y no entendieran que soy mamá aparte de jugadora, me habría retirado sin ningún problema. En Fernández Vial y ahora siempre he tenido el apoyo. En el Vial me dejaban entrenar con él, o a veces viajábamos con él también. Nunca me hicieron problemas", valora la golera.

La dirigenta sindical Camila García cree que "la nueva ley que profesionaliza el futfem permitirá ajustarse a las normas de maternidad de la ley laboral, pero hay otras materias relativas al alto rendimiento que podrían estipularse desde ya".

La proyección situación es positiva. La normativa FIFA para futbolistas y embarazo es un mínimo que se complementa con los derechos laborales locales. En Chile, cuando el fútbol femenino se profesionalice en pleno, los clubes estarán obligados a respetar el fuero maternal, disponer sala cuna y derecho para alimentar.

Camila García explica cuál debe ser el escenario óptimo. "Los clubes deben tener la infraestructura adecuada para que la jugadora, durante el entrenamiento o la competición, pueda amamantar o extraer leche materna, y darle el tiempo adecuado y que ellas necesiten durante ese periodo", sentencia.

"Cuando la futbolista vuelva a jugar, mientras esté amamantando, idealmente debe existir la posibilidad de que ese hijo o hija pueda viajar con ella y que toda la logística que hay alrededor de eso esté organizada de manera adecuada, por parte del club y la federación. Con presencia de una persona de apoyo o un cuidador que vele por el niño o niña cuando la jugadora esté compitiendo o entrenando. Son algunas cosas que creo que se podrían incorporar", puntualiza.

 

 

En una liga amateur de Puerto Montt, Yessenia Jorquera vio que habian asistentes de educación parvularia al cuidado de los hijos de las futbolistas. "Sería buena medida que los clubes implementen estas cosas; sobre todo ahora que se va a profesionalizar el fútbol femenino: tener un sitio donde una pueda dejar a sus hijos y saber que van a estar bien o tranquilos. Hay trabajos con sala cuna incorporada", recordó la cuidavallas.

Finalmente, Camila García espera que los clubes se anticipen a la legislación y aborden el tema del embarazo y la maternidad. "Se puede hacer mucho más de lo que está en las regulaciones, con temas más específicos del alto rendimiento: además de lo básico del pre y postnatal, que toda jugadora cuente con un equipo médico adecuado. Hoy eso no es realidad en todos los clubes".