Bárbara Hernández no se cansa de romper récords. Su pasión por nadar en aguas gélidas la ha transformado en una figura conocida mundialmente y hace poco volvió a  hacer historia al convertirse en la primera persona en nadar 2,5 kilómetros en las heladas aguas de la Antártica.

Sobre esa experiencia, Bárbara aseguró que el nado fue "muy rudo. Este era un nado imposible, pero es con lo que yo soñé por muchos años. Si Antártica me regalaba una posibilidad, la iba a tomar. Fuimos con el apoyo de la Armada de Chile y mi equipo es experto en hiportemia: teníamos un doctor, dos enfermeros, un buque completo calefaccionado, y además de todas las tareas que hace la Armada en territorio antártico, nos dieron la posibilidad de poder entrar al agua y cuidarme", comentó la nadadora en RTVE de España.

"Salí con 27°C de temperatura, lo que es una hipotermia súper severa. Por fortuna nunca perdí la conciencia, pero es una recuperación bastante compleja, pero ya en dos horas me encontraba totalmente bien y restablecidos mis signos vitales... Fue un nado muy bonito, el mar estaba planchado (calmo) y creo que Antártica nos regaló esa posibilidad", contó la chilena.

La Sirena de Hielo se encuentra actualmente en Nueva Zelanda y este martes cruzará el Estrecho de Cook que separa las dos islas más grandes del país océanico y debido a sus caudales extremos y cambiantes causados por las mareas y el clima frecuentemente tormentoso, es considerado entre las aguas más peligrosas del mundo. 

En sus redes sociales, Bárbara Hernández escribió que "Las condiciones son MUY (sic) cambiantes y ninguna ventana de clima es certera, mi privilegio como siempre será saltar al agua y representar a nuestro Chile. Apuesto a lo que el océano quiera compartir conmigo. Ningún nado está hecho hasta que llegas a la otra orilla,  no controlo las corrientes, ni las olas, ni el viento o la lluvia, pero sí mi forma de adaptarme hasta que la duda sea fortaleza, de aferrarme a mi propósito, de elegir rodearme de sinceridad, empatía y amor".

"Jamás busco conquistar océanos, porque no conquistas lo que verdaderamente amas, yo simplemente le pertenezco, a él y sus corrientes, a su vida, finalmente me adapto a lo que él  me quiera enseñar, cada una de las oportunidades que me da me hacen poner literal mi corazón y cada una de mis brazadas en una perseverancia hecha acción que se sincroniza siempre siempre con su voluntad. Por tanto, Moana (mar) que una vez más sea cuándo y cómo tenga que ser, yo voy con todo mi corazón y la mejor crew", cerró Hernández.