Maximiliano Falcón llegó en el peor momento de Colo Colo para ayudarlo a salir de su crisis y llevarlo a lo más alto. El Peluca se transformó en una de las máximas figuras del Cacique, pasando de estar a un paso del descenso a lograr el título del Campeonato Nacional 2022.
Pero más allá de todo lo importante que fue con su juego dentro de la cancha, el zaguero uruguayo no olvida todo lo que tuvo que pasar. En los albos encontró no solo su mejor versión, sino que el lugar donde ha sido más feliz en el profesionalismo, pero con la memoria fresca sobre todo lo que ocurrió antes.
En conversación con LUN, Maximiliano Falcón contó detalles desconocidos sobre su vida personal en Uruguay. “Las cosas eran complicadas en lo económico, más aún cuando nacióÁlex, mi hermano menor. Mi vieja se juntó con un señor y, como no había plata para pagar los estudios, dejé el colegio a los 12 años y empecé a trabajar de albañil”, lanzó.
El Peluca dejó todo para intentar ayudar a su familia, aún con un pago muy por debajo de lo esperado. “Ganaba 200 pesos, que en Chile sería como cuatro mil pesos. No era mucho, pero algo aportaba a la casa”.
Maximiliano Falcón también contó que antes de ser defensa, utilizaba otro lugar en la cancha. “De primera yo jugaba de volante porque era rápido y me nacía correr para adelante casi sin mirar al resto”, dijo antes de explicar cómo se transformó en lo que es hoy. “Fui a una selección sub 15 de Paysandú y no era titular. Como se lesionó un zaguero central me preguntaron si me atrevía a jugar en esa posición y lo hice. A las dos semanas ya era titular”.
Aunque para el Peluca no todo fue alegría, ya que en 2018 vivió quizás el punto más bajo de su carrera. “Después de jugar en la sub 20 perdí el rumbo y, a pesar de tener contrato, Nacional me dejó libre (…) Me dejé estar. Engordé, me puso bueno para la fiesta. Con plata uno que no está acostumbrado puede cometer errores y yo los cometí. Aparecen los amigos, los que celebran con uno y no fui responsable. Lo pagué caro. En 2018 estaba a la deriva”.
Después de eso, Maxi Falcón se juramentó levantarse. “Me acuerdo que el día de Año Nuevo de 2018 , después de haberla pasado tan mal, hice la promesa de no tomar más alcohol, de cuidarme en el peso, de ser siempre responsable porque lo que viví me trajo muchas consecuencias negativas”.
Eso sí, lo más delicado fue lo ocurrido con su madre con todo lo ocurrido en ese momento. “Se rompió la relación con mi mamá”, reconoció. Esto perdura hasta hoy, por ahora, se mantiene así. “Ha habido algún intento de acercamiento, pero nada muy concreto. Hoy no hablo con mi mamá, pero espero que alguna vez podamos hacerlo”.
“Siempre soñé con un estadio entero gritando mi nombre y eso lo conseguí en Colo Colo”
Maximiliano Falcón fue campeón en Uruguay y su próximo destino fue llegar a Colo Colo. La situación no era la mejor, pero después de dos años, celebra como nuevo monarca. “Es demasiado potente lo que estoy viviendo. Ser campeón en un equipo como Colo Colo y sentir que la gente me reconoce es tremendo. Siempre soñé con un estadio entero gritando mi nombre y eso lo conseguí ahora en este hermoso club”, enfatizó.
Recordando su llega a Chile, el Peluca se sinceró. “No dudé en vernime porque, después de salir campeón en Uruguay con Rentistas, un equipo chico, sentí que debía dar un salto. Mi representante me decía que tenía algunas opciones en México, lo hablé con mi señora y preferimos Chile”.
En medio de su paso por Colo Colo, Maxi Falcón sufrió como nadie aquel penal que cometió a O’Higgins y que los llevó a jugar la Promoción para evitar el descenso. “Cómo olvidarlo.Pasé de héroe a villano. Debe ser una de las tres peores cosas que me han pasado en la vida. Estaba destruido en el camarín. Y cuando llegué a mi casa me derrumbé”.
“Lloré toda la noche. Por suerte al otro día, cuando fui a entrenar, todos mis compañeros se acercaron para decirme que estaban conmigo, que íbamos a conseguir quedarnos en Primera. Me dio fuerza”, añadió.
Finalmente y si bien reconoce que le gustaría llegar a la selección de Uruguay, por ahora piensa en su sueño internacional. “Por mis características, la liga italiana sería la ideal. Allá el fútbol es muy táctico y creo que lo haría bien. Me gustaría que se diera la oportunidad. Y si no me da para estar allá. No me deprimo. Soy feliz jugando donde me dé. Uno debe conocer sus límites”.