Colo Colo presentó a sus jugadores en la Noche Alba sin sorpresas ni tapados: Miguel Pinto, César Fuentes, Leonardo Valencia y, por supuesto, Matías Fernández, desfilaron por la cancha David Arellano para ponerse el uniforme completo del Cacique por primera vez. O segunda, en el caso del 14. 

Durante el primer tiempo se vio a Valencia y Fuentes. El primero mostró chispazos, entregó una pelota mal hacia atrás que pudo ser peligrosa y metió un par de interesantes tiros libres. Uno de ellos, de hecho, fue rozado por Esteban Paredes y provocó el tapadón de Omar Carabalí, la única de peligro en la primera mitad. 

Por su parte, el rancagüino demostró pierna fuerte y dinámica. De hecho se llevó la primera amarilla de una friccionada etapa inicial y supo dar claridad, demostrando que venía con continuidad de la UC de Gustavo Quinteros. 

En el complemento jugó 20 minutos y poco más Matías Fernández, más para soltarse y que la gente lo viera. Sonrisa en el rostro, el calerano entusiasmó con sus pasitos cortos cuando metió tiros libres, ensayó uno de lejos que se fue elevado y apuró una muy buena a poco de empezar. Era más para que sintiera el balón. 

El último fue el más destacado: Miguel Pinto, arquero cuestionado, que fue pifiado en la presentación y cuando tocaba el balón, pero que metió cuatro seguras y espectaculares intervenciones que lo convirtieron no sólo en el mejor del partido, sino en candidato serio a pelear palmo a palmo con un Brayan Cortés que pareció relajado en 2019 sin Agustín Orión.