Ya adquiere tintes de teleserie. El drama que ha suscitado la salida de Luciano Cabral de Coquimbo Unido sigue dando de qué hablar. El jugador, que era pretendido por equipos como la Universidad de Chile y Colo Colo, fue vendido al Grupo Pachuca.
La idea de Coquimbo era la siguiente: vender a Cabral únicamente al mercado extranjero. De esa manera, no tan solo se evitaba encontrárselo como competencia para el segundo semestre, sino que se lo exponía a una mayor visibilidad.
Esta idea de los Piratas descartó en seguida a Colo Colo y la U como posibles pretendientes para hacerse con los servicios del chileno-argentino. Sin embargo, hubo un giro dramático que le puso aún más condimento a esta historia.
Resulta que, si bien fue el Grupo Pachuca el que se quedó con el pase, como son dueños de varios clubes, podían meterlo en el que ellos quisieran. ¿Resultado? Everton de Viña del Mar será el próximo cuadro del jugador (único club del conglomerado en Chile), lo que vendría a contradecir las pretensiones coquimbanas.
¿Qué hizo Coquimbo Unido al respecto?
En la Cuarta Región esta situación no gustó nada. El gerente deportivo pirata, Pablo Ramírez lo había dejado muy claro durante la semana y sus palabras parecen tener poco peso luego de lo sucedido.
“No vamos a aceptar una oferta que sea de un club chileno para que Luciano juegue el segundo semestre, porque evidentemente daña los intereses generales de Coquimbo”, dijo el gerente deportivo.
¿Cuál es el capítulo novedoso de esta historia? Pues lo entregó ADN Deportes, al señalar que desde Coquimbo Unido se prepara una demanda en contra de Everton por la interpretación que hizo el Grupo Pachuca del acuerdo.
Cabe señalar que, tras seis meses en Viña del Mar, se tiene acordado sacar al jugador del fútbol nacional, posiblemente con rumbo a México. Aunque, como van las cosas, todo puede pasar.