Una inaceptable situación que vivió en las últimas horas en el fútbol chileno, luego de que un grupo de mal llamados hinchas amenazaran al jugador Marcelo Larrondo y a su familia en la antesala del importante duelo de O'Higgins frente a Unión Española

El equipo de Rancagua no lo está pasando bien en el presente Campeonato Nacional, luchando en la parte baja de la tabla y batallando para reencontrarse con su mejor versión de la mano de Miguel Ramírez.

Sin embargo un puñado de energúmenos confundió el aguante con violencia y decidieron llegar hasta el condominio del delantero celeste para amedrentarlo con el objetivo de que levantara el rendimiento.

La situación ocurrió afuera del domicilio del jugador y se extendió mientras se dirigía al Monasterio para entrenar, afectando gravemente la estabilidad del jugador, quien debió ser desconvocado para el duelo de mañana ante Unión.

"O'Higgins (...) además del plantel y cuerpo técnico dirigido por Miguel Ramírez, manifiestan su total rechazo a la situación de violencia, amedrentamiento y amenazas sufridas la tarde de este sábado por Marcelo Larrondo, a la salida de su domicilio particular previo a un partido clave", publicó el club.

Los celestes añadieron que "como institución rechazamos tajantemente este tipo de manifestaciones amenazantes y violentas en contra de cualquier persona".

"Es por eso que prontamente el club interpondrá en los tribunales de justicia, una querella criminal en contra de quienes resulten responsables por el delito de amenazas", agrega el comunicado.

"Una vez determinada la identidad de estos delincuentes y posterior a las penas que imponga la justicia ordinaria, el club aplicará severamente  l derecho de admisión y no podrán ingresar nunca más al Estadio El Teniente, ni a ningún estadio de Chile", aseguró el equipo.

"Atravesamos momentos deportivos complejos, necesitamos el aliento de los hinchas celestes de verdad. La situación vivida este sábado por parte de la esposa, hijos y el propio Marcelo Larrondo no puede volver a ocurrir JAMAS", cerró O'Higgins.