Roberto Tobar se siente a sus anchas como nuevo jefe de la Comisión de Árbitros de la ANFP. Su llegada motivó la salida de 14 jueces y el ingreso de 25 novatos en una estructura que pretende rejuvenecer y perfeccionar, incluso con entrenamientos de VAR durante la semana. Pero también representa un cambio generacional que tiene características propias.

Es el caso de las redes sociales, que pese a la oposición que en su minuto planteó Javier Castrilli, hoy aparecen como una licencia que toman decenas de árbitros y árbitras, especialmente en Instagram. Pero Tobar no quiere que se desordene el tema y desde ya establece los límites para el referato.

"Como política, tenemos claro el hecho de no vernos involucrado con algún equipo. Que aparecer en alguna fotografía relacionada con un club puede ir en desmedro de un árbitro o árbitra. Eso sería lo más perjudicial en el desarrollo individual de cada profesional", explica el ex juez FIFA en diálogo exclusivo con Redgol.

Las redes sociales han permitido que algunos réferis se den a conocer, como la asistente Cindy Nahuelcoy, convertida en influencer y rostro publicitario, y otros jueces en actividades más coloquiales. "Hemos implementado políticas con claridad para no cometer errores, pero es importante que una red social pueda mostrar habilidades blandas", reflexiona Tobar

Lo importante es mantener la compostura, "siempre con cautela para que un árbitro no haga polémica con fotos o videos que pueda subir", explica Tobar, quien no estuvo muy de acuerdo cuando Nicolás Millas hizo un video de toda la experiencia de arbitrar en El Salvador: "Creo que pasa un poquito la frontera de lo que debe mostrar un árbitro en redes sociales".

El riesgo de amenazas y acoso contra árbitros y árbitras en redes sociales
 

Una de las grandes críticas de las redes sociales está en la licencia que se dan algunos desadaptados para acosar y amenazar a distintos personajes, por lo general de manera anónima, como fue el reciente caso que afectó a Nicolás Maturana en Cobreloa. Los árbitros y árbitras no son la excepción, y Roberto Tobar explica cuál es su postura.

"Es el riesgo que tiene cada árbitro al exponerse en estas redes y es parte de. El árbitro es criticado y odiado en algunos aspectos, pero las reglas están claras en el uso de redes sociales, que más de uno puede ser insultado y de manera recurrente", asume el ex réferi FIFA.

Por eso, asegura que es importante conocer bien los beneficios y contras que tienen las redes sociales en una función pública, como es el arbitraje profesional. "Al acceder a esto, el juez debe saber lo que le espera de parte de los hinchas y la gente en general", lamenta el jefe de la Comisión de Árbitros.