Moisés Villarroel, mundialista con la selección chilena en Francia 1998, está esperando una nueva oportunidad para dirigir a un equipo en el fútbol nacional.

En 2018 tuvo su primera experiencia como técnico de Santiago Wanderers, equipo al que estuvo ligado gran parte de su carrera como futbolista y luego como entrenador de la sub-15.

Luego, cuando el equipo caturro estaba descendido a finales de 2021, fue nuevamente presentado como técnico del primer equipo, pero sólo duró un par de horas, pues en un inexplicable movimiento Wanderers finalmente oficializó el retorno de Jorge Garcés.

Villarroel volvió al fútbol joven, pero tras 15 días fue despedido. Luego, explicaría que lo mandaron a tomarse vacaciones y él se negó. "Yo no entendía por qué, él tampoco lo sabía, le dieron una orden y le dije que no me las iba a tomar, porque salíamos el 17 de diciembre. Entonces él le informa eso a Reinaldo Sánchez por teléfono y, tras cortarle, Felipe San Martín (gerente) me dice que me tiene que despedir", señalaba a la Estrella de Valparaíso en ese momento.

Hoy, Villarroel está manejando Uber para cubrir sus gastos, pero no pierde la ilusión de volver al fútbol. “Me encuentro esperando alguna posibilidad de poder dirigir. Hice una pasantía en Argentina del 13 hasta el 14 de febrero. Obviamente eso es para ver las diferentes maneras de trabajar entre un país y otro", señaló en Depotes 13.

"Hay que estar actualizados de lo que hacen en otros lados porque mi intención es seguir ligado al fútbol y para ello hay que estar al tanto de cómo funciona todo eso”, añadió.

Villarroel frente a Italia en el Mundial de Francia 1998 (Getty)

Villarroel frente a Italia en el Mundial de Francia 1998 (Getty)

Dice que no tiene problemas con Wanderers: “No le guardo ningún rencor a la institución, sino todo lo contrario. Soy hincha de Wanderers y mis hijos están en el club; uno en el plantel adulto y otro en la Sub 15. Si ellos no estuvieran ahí, mi relación sería como hincha y ex jugador”.

Respecto de su nuevo trabajo, comentó: “A mí la verdad que no se me cae la corona por trabajar en Uber. No se me caen mis principios. Tengo muy claro que el trabajo dignifica. Por lo menos para mí esto es un trabajo, una posibilidad de que la gente pueda moverse”.

Finalmente, reflexionó sobre las pocas oportunidades que tienen los técnicos chilenos en Primera: “Lamentablemente en los últimos años se ha nutrido el fútbol chileno de muchos colegas argentinos. Eso ha mermado la posibilidad de que el técnico nacional pueda tener más posibilidades. Ha sido la tónica en los últimos años y no tengo idea por qué, más aún sabiendo que en Chile tenemos buenos técnicos salidos del INAF, uno de los institutos con mayor prestigio en Sudamérica. Esperemos que cuando se abran las puertas podamos aprovechar las oportunidades al máximo”.

Villarroel frente a Camerún en Francia 1998 (Getty)

Villarroel frente a Camerún en Francia 1998 (Getty)