De la necesidad nace la creatividad, dicen, y así lo han demostrado cientos de chilenos que tras la pandemia han debido reinventarse, dando un giro a sus pymes para adaptarse a los tiempos y seguir subsistiendo pese a la adversidad. Antonio Espinoza, dueño de Playmaker, es un ejemplo de resiliencia en medio de la crisis.

En 2014 nació Playmaker, un proyecto dedicado a fortalecer la identidad de los clubes y equipos, a través de la realización de ropa deportiva a pedido. La Pyme fue fundada bajo un principio esencial: un Club, una familia, y en 2016 ya estaba totalmente operativa.

Todo iba viento en popa, hasta que de manera inesperada la pandemia arribó a Chile. Pero lejos de quedarse llorando sobre la leche derramada, Antonio decidió apostar a moverse con la contigencia y adaptarse a las necesidades de las personas:

"Tuvimos que reinventarnos, y hoy estamos produciendo mascarillas personalizadas para Clubes y empresas. Son doble capa antifluido y con tratamiento antimicotico Ruco-bac Med. Ahora el producto cambió pero la intención es la misma, hay que cuidarnos entre todos y colaborar entre todos", contó orgulloso el empresario a Redgol.

Pese a que el equipo de Playmaker supo aclimatarse a la "nueva normalidad" que se desprendió del coronavirus, su decisión no estuvo exenta de dificultades, pero la actitud positiva con que enfrentaron y enfrentan el reto hace que todo sea más llevadero:

"No será fácil superar esta crisis pero si en algo podemos ayudar ahí estaremos, y cuando vuelva la actividad en los recintos deportivos ahí también estaremos, todo a su debido tiempo", comentó Espinoza.

La gran ventaja de Playmaker a la hora de avanzar con la contingencia sanitaria radicó en un pilar vital: la tecnología, y es que afortunadamente Antonio y su Pyme ya se manejaban en el mundo del comercio digital desde mucho antes del arribo del virus respiratorio.

"Dentro de todo lo crítico, hemos visto la ventaja de ser jóvenes y ser agiles para adaptarnos en este proceso de reinvención. Además, agradecemos haber podido desde antes tener un ecommerce activo y tener digitalizada nuestra información y procesos", reveló el empresario.

Hoy Playmaker ha salido adelante de una manera admirable y sin dobles lecturas, advirtiendo a los clientes apenas entran a la web que la prioridad hoy es colaborar lo más posible con la emergencia sanitaria, y todo lo demás está en segundo plano:

"En Playmaker estamos trabajando centrados en la producción de ropa de salud, con el máximo cuidado para proteger a colaboradores y usuarios", reza la página de Playmaker en su inicio, y agrega: "tus pedidos de ropa deportiva entrarán a producción y serán entregados una vez finalizada el período de cuarentena".

De la necesidad nace la creatividad, y Playmaker es el perfecto ejemplo del emprendedor chileno, cuyas ganas de salir adelante y pararse de frente a la adversidad no se achican ante nada, y no hay pandemia capaz de echar por tierra el trabajo, esfuerzo y dedicación con que han salido adelante.

"Si los emprendedores quieren y pueden reinventarse, pensar ideas que estén alineados al propósito de la empresa y pensar realmente fuera de la caja. Hay un montón de necesidades por cubrir, por ejemplo cuidar nuestra salud, poder disfrutar la vida desde casa o ayudar a otros a generar recursos. En este nuevo contexto agilidad para ver cambios e implementarlos con tecnología serán la clave", finalizó Antonio.