Manuel Pellegrini es un nombre que muchos sueñan con ver encabezando un proceso del fútbol chileno, por toda la experiencia adquirida en Europa y que actualmente lo tiene en la cresta de la ola en el Betis, donde acaba de salir campeón de la Copa del Rey y pelea por entrar a Champions League.

Claro que para que eso se concrete, asegura que debe haber una condición muy grande: que el Consejo de Presidentes, que hoy controla tanto el Campeonato Nacional como la selección chilena, debe cambiar la visión. 

En charla con Radio Bío Bío comenzó explicando algo que siempre señala: "Dirigir a un club me gusta más que una selección, donde solamente dirigiría a Chile, no me gustaría jugar contra mi país. El seleccionador tiene pocas horas de cancha, a mí me gusta estar en el día a día", comentó.

Ahondando en la opción de venir a la Roja, indica que "después ir para clasificar al Mundial no me interesa, sí para el desarrollo, algo evaluable en los próximos años, para que haya un programa que haga crecer a los clubes".

Aclara que "soy amigo con Arturo Salah, que estuvo ahí (fue presidente), y mientras los clubes no quieran hacer un desarrollo continuo del futbol profesional, desde los juveniles, que el campeonato tenga mayor exigencia… no iré solamente para clasificar a un Mundial. No es esa mi necesidad ni el desarrollo que se necesita en Chile".

Añade eso sí que no es el llamado a hacer una revolución. "No siento que yo tenga que refundar el fútbol chileno, tiene muchos años, pero tiene que haber un Consejo de Presidentes, que son los que mandan, que debe estar convencido que el camino es ese que mencioné".

Pellegrini está dispuesto a ayudar a crecer el fútbol chileno (Foto: Getty)

Sobre lo mismo pone una condición a las sociedades anónimas que hoy controlan el fútbol chileno. "No se puede pensar que se deben vender jugadores rápidamente para hacer una diferencia económica. Ese es un trabajo largo, que a la larga dará mayores dividendos".

EL DESCENSO CON LA U

También se refirió a la ligazón que tiene con Universidad de Chile, club al que dirigió en 1988 y con el que descendió. "Tengo una relación especial, jugué 14 años ahí y soy el cuarto o quinto que más partidos tiene en el club. Fui hincha de chico y quizás por eso, producto de la inmadurez, tomé el equipo en un momento complicado económicamente.

Cerró señalando que "ese descenso fue doloroso para mí como DT, hincha y ex jugador. Era el comienzo de mi carrera. Me sirvió mucho, lo tomé por intentar ayudar a la U y no se pudo. Recordemos además que se bajó con un puntaje con el que nunca se descendió".