Cobreloa está en el segundo lugar de la tabla de posiciones de Primera B, con seis puntos en dos partidos y un duelo menos que el líder, Magallanes. Este martes visitarán a Rangers en el estadio Fiscal de Talca, por la cuarta fecha de la liga de ascenso, y los naranjas esperan dar el salto definitivo a la lucha por el boleto a Primera División.

Sin embargo, detrás de la promisoria campaña se esconde una realidad muy compleja desde el punto de vista económico, con deudas que han alcanzado los 400 millones de pesos y complicaciones que van desde el primer equipo a todas las instancias de la institución.

Los primeros indicios asomaron en el accidentado viaje a Concepción de la semana pasada, pero tomaron cuerpo después de que el arquero Matías Cano, una de las incorporaciones para la presente temporada, llamó la atención sobre la crisis financiera y de gestión.

En diálogo con En La Línea Deportes, el ex arquero de Coquimbo Unido ha asegurado que "no hace falta que te lo digan con palabras explícitas, uno lo respira, lo ve. Uno sabe cómo está el club, no es tonto. Hace mucho tiempo que estoy en el fútbol y me doy cuenta de las falencias desde el primer día, tanto directivas como de gestión".

"La dirigencia se encontró con un club prendido de fuego en varios aspectos. Las casas de los jugadores estaban en una situación que no se puede presentar a jugadores profesionales para vivir, falencias que no son propias de una dirigencia que se golpea el pecho y dice que todo está listo para ser campeón", sentencia el golero.

De todas formas, el veterano jugador avisa que "si hay que apoyar a la dirigencia, en cuanto a lo estructural y económico, lo tendremos que hacer. Si perdemos, al hincha no le importa que viajemos mal o durmamos en el aeropuerto. En las charlas previas decimos que hay que tener paciencia y dejar cosas de lado para salir adelante".

Serios problemas económicos en Cobreloa
 

Matías Cano asegura que la crisis viene de tiempo en Cobreloa, pero también apunta al nuevo presidente loíno, Fernando Ramírez. "No niego que le tengan cariño al club. Pero para manejar una institución tan grande y con objetivos tan ambiciosos, hace falta un buen respaldo bien atrás. Y muchas veces con ese respaldo de hincha no alcanza", asume el arquero.

De hecho, hay luchas intestinas que perduran a nivel dirigencial. "Tienen que dejar todo de lado por el club y no interesa si están peleados unos con otros. Quiero que me traten de una mejor manera, no sólo a mí, si no que al club: los pibes de inferiores no tienen ropa para entrenar, ahora hay un viaje que se lo tienen que pagar ellos... eso no va de la mano con un club ambicioso que necesita volver a Primera División", sentencia el meta argentino.

De todas formas, Cano también cree en la resiliencia para sacar algo positivo de todo esto. "Tendremos que ser dóciles. Vamos a tener que hacer un esfuerzo y lidiar con situaciones inéditas, que nunca en mi vida vi y acá son normales", subrayó.

 

 

"No hay que acostumbrarse a esa normalidad, hay que hacerlos entender (a los dirigentes), llevarnos de la mano y mostrarles como es. Entiendo que no son responsables del momento del club, pero tendremos que exprimir las gestiones para que sea un club y no tengamos que preocuparnos por las pelotudeces que nos tenemos que preocupar", bramó el golero.

La lista es muy precaria. "En infraestructura, en el nivel de la cancha, en los contactos para meter a tu hijo a la escuela o para ir a hacer el papel de extranjería. Hay muchos lugares a los que no se llega, que en otros lados no hay que preocuparse", agrega el ex Coquimbo.

En la antesala del duelo ante Rangers en Talca, Cano espera sacar fuerza de las vicisitudes. "Sin ánimo de caldear ni armar un problema, la situación del club es esa. Y nosotros estamos al tanto y también sabemos que vinimos al club. Nos hacemos cargo de la situación y la cara la vamos a poner igual", concluye.