Los hechos de violencia han sido la nota negra y reiterada de la temporada que termina en el fútbol chileno. Cada fin de semana y en prácticamente todo el país, hechos de distinta magnitud entorpecieron la actividad profesional y dejaron al deporte rey a merced de un grupo de vándalos e inadaptados, afectando a clubes, futbolistas e hinchas.

Una situación que la ANFP espera cortar de cuajo después del Mundial de Qatar 2022. A partir de la próxima temporada, el ente rector espera poner en práctica su Plan de Operaciones y Seguridad del Fútbol Chileno, estrategia que trabajó durante el segundo semestre con una amplia representación.

En junio se conformaron mesas de trabajo en las que participaron más de 130 delegados del Gobierno, el Congreso, Carabineros, la Fiscalía, las municipalidades y todos los clubes que integran la corporación. El objetivo de la directiva que encabeza Pablo Milad era establecer pilares básicos para proponer planes de acción.

De esta manera, se puso en marcha una serie de medidas para abordar las limitancias de la seguridad privada, el análisis de tecnologías para la identificación de asistentes, el papel de la ANFP en el Protocolo de Derecho de Admisión, el desarrollo de una Comisión de Hinchas y el trabajo en conjunto entre clubes y autoridades para los planes operativos.

Las ocho medidas para combatir la violencia en los estadios
 

En definitiva, las conclusiones de los concilios se sistematizaron en ocho propuestas que fueron presentadas en la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados e igualmente analizadas por abogados constitucionalistas, ya que en su mayoría requieren actualizar las legislaciones vigentes en la materia.

En ese sentido, el Plan de Operaciones y Seguridad del Fútbol Chileno espera tener la venia del Gobierno y del Congreso, para permitir su entrada en vigencia el próximo año. Aunque claro, depende también de la voluntad del directorio venidero en la ANFP, en caso de que Pablo Milad no obtenga la reelección en los comicios de este martes.

En cualquier caso, quedará escriturada la planificación, que estipula ocho ejes en las medidas. Estos comienzan con la conformación de una mesa de trabajo continua con fines resolutivos y la generación de planes operativos para clasificar los distintos partidos por categorías: A, B, C y D.

En cuanto a la orgánica de la ANFP, las implementaciones establecen la creación de la Gerencia de Operaciones y Seguridad, y de un área de soporte para coordinar el Protocolo de Derecho de Admisión (artículos 101 y 102) y la Comisión de Hinchas.

Tres medidas deberán pasar por el Congreso y son aquellas orientadas a la modificación de la legislación y normativa del Protocolo de Derecho de Admisión, de la ley para el trabajo en coordinación con el Registro Civil y de la normativa de seguridad privada, que respalde la acción en los estadios.

Finalmente, se espera avanzar en la exploración de tecnologías e infraestructuras que impidan la vulneración del Derecho de Admisión, otro de los flagelos que se han manifestado en los estadios y permiten el regreso de aquellos que habían recibido condena por incidentes anteriores.

La intención es que de una vez por todas, los hinchas puedan asistir con total tranquilidad a los espectáculos del fútbol profesional, una simple tradición que se ha hecho cada vez más compleja a partir de los últimos sucesos que ha vivido la sociedad chilena.