Luego que se decretóla salida de Jorge Garcés de la banca de Santiago Wanderers por los malos resultados en la Primera B, que Valparaíso se remeció, esperando el nuevo nombre del entrenador.
Eso sí, antes de dar vuelta la página, Garcés quiso dar la cara ante todo el pueblo del Puerto para despedirse de la que dice es su casa.
“Los técnicos anteriores no quisieron venir. Doy la cara porque estoy en mi casa. Les deseo el mayor éxito, porque sí se puede, el equipo ha demostrado que falta el cachín de fortuna. Me voy con tranquilidad de haber trabajado, de haber hecho todo lo profesionalmente que se pudo. Buscamos por todos lados, con un poquito de amargura, porque hace años tras YuriFernández se fue sin ganar 10 partidos, Nicolás Córdova le pasó lo mismo, Arias nueve sin ganar y lo fueron a dejar al aeropuerto con banderas. Yo empaté tres y perdí tres y me encontré con insultos no merecidos”, comenzó explicando Garcés.
En ese sentido aseguró que ahora está más tranquilo, luego de su salida, porque la presión contra su persona estaba pasando la línea del respeto.
“Anoche pude dormir. Después de muchas semanas, anoche pude dormir,pude reconciliar el sueño y la tranquilidad, porque, por la situación, no era fácil.No es fácil digerir el momento,la reacción de los hinchas. Socialmente, hoy todo es agresividad, todo es insultos, en la calle y la vida cotidiana. Ya casi no queremos ver noticias porque son violaciones, muertes o sicarios. Vivir lo que viví en mi casa era duro”, revela el ex entrenador de Santiago Wanderers.
Por lo mismo, y muy en su estilo, el Peineta quiso dejar un mensaje para los hinchas y para el fútbol chileno, citando a Xabier Azkargorta.
“Como dijo por ahí un técnico colega hace muchos años: muerto el perro, ojalá que termine la rabia. Aunque no es fácil hoy día en la sociedad que vivimos. Yo quería un triunfo, no para mí, lo quería para don Reinaldo y no se merece estar pasando por esto. Volvió a Wanderers porque ama al club, no tenía la necesidad”, finaliza.