Ñublense está con todo. Tras golear a La Serena en la última fecha se alzó como el líder exclusivo e invicto del Campeonato Nacional.

En su mejor momento, los chillanejos debutarán en la Copa Sudamericana este martes a las 21:30 horas frente a Unión La Calera. Un desafío que no inquieta a su técnico Jaime García, quien asegura que el equipo está preparado.

“Esto no es casualidad, porque con el cuerpo técnico vamos de menos a más, no hemos adelantado ningún proceso y me han mantenido acá cuatro años”, señaló el entrenador en LUN.

“El proceso ha sido duro, pesado, pero han creído en nuestro trabajo, trajimos jugadores que saben lo que busco ganando, perdiendo o empatando. Somos dos técnicos chilenos que momentáneamente estamos en el primer lugar, que hemos mostrado un trabajo a largo plazo”, añadió.

Sobre su estilo, comentó: “En el fútbol busco sacrificio. Más allá del sistema, que con cuántos voy a llegar al ataque o a retroceder, es el sacrificio. Como líder le he demostrado al jugador equilibrio, transparencia, paciencia y humildad. Soy un técnico que jamás cambia, ni en la pobreza ni en la riqueza, qué mejor ejemplo para ellos”.

García dice que prioriza el buen ambiente en el equipo: “Yo jamás he llegado de forma altanera a un partido que hemos perdido. Sigue la música en el entrenamiento y los jugadores van entendiendo mi forma de ser. Y es que yo también soy un cabro chico, me encanta la música todos los días en el camarín y ahí va un poco el por qué yo junto a los jugadores en la cancha después del partido”.

Luego, ahondó en su tradición de reunir a los jugadores en la cancha tras cada partido: “Yo lo hago desde la sub 9 de Palestino, la sub 10. Fui muy criticado, que los juntaba para vender humo. Yo ganando o perdiendo, siempre siempre, lo hago para terminar con una palabra de aliento o una tirada de orejas, para después en la semana no hablar”.

“Después del partido contra La Serena les agradecí la entrega, la forma de interpretar lo que me gustaba y el sacrificio, que eso es intransable. Son cosas cortitas, no me demoro más de 30 segundos en lo que hablo, para que luego, la semana la enfrenten más relajados. Incluso antes de entrar a la cancha mi charla dura un minuto y medio, para que se queden con un mensaje y no llenarlo de información. Dejo que el jugador actúe”, continuó.

Finalmente, reflexionó sobre el éxito: “El otro día decían que había que reinventarse en el éxito ¿Qué es el éxito? Para algunos es tener un caballo, para otros un dinosaurio, para mí el éxito es tener a mi hijo bien, una madre que todavía está conmigo, un cuerpo técnico que no lo cambio nunca, que me quiera la gente donde trabajo, ese es el éxito que me gusta”.