La violencia en los estadios del fútbol chileno parece fuera de control y ya no es patrimonio de tres o cuatro equipos, si no que se extiende por toda la geografía nacional. Es lo que dejó en evidencia la urgente reflexión que hizo Matías Cano, arquero de Cobreloa.
Un error del golero privó al cuadro naranja de un triunfo en casa de Unión San Felipe, pero su balance estuvo marcado por el dolor de una nueva agresión en nuestras canchas: nada menos que los escupos de un niño en el recinto aconcagüino.
Cano se dio el tiempo de decir que “por un error mío no pudimos llevarnos la victoria, son las cosas que tiene el puesto de arquero. Me tocó a mí”, antes de hacer una honda reflexión sobre el triste momento que vivió en el fútbol de la Primera B.
“Me gustaría entender a nenitos de ocho años, escupiendo y tirando piedras, muchas veces con el padre al lado. Más allá de que se gane o pierda, nosotros como personas grandes de bien, (tenemos que) dejar algo para el fútbol que viene”, se lanzó en diálogo con TNT Sports.
Matías Cano pidió enfrentar la violencia en los estadios y educar a las nuevas generaciones de hinchas del fútbol
“Después esos mismos padres exigen que el niño tenga buenas notas en la escuela, que se porte bien y haga lo que tenga que hacer. Pero para mí es una desilusión muy grande ver que un nenito de siete u ocho años me escupa en la cara… hasta eso está bien, mira a la enfermedad que llegamos”, lamentó profundamente el trasandino.
La agresión no se quedó ahí. “Después vino una roca del tamaño de un cascote… eso no le hace bien a la saluda del fútbol nacional. Yo vengo de Argentina y veo que el fútbol chileno se está enfermando, que pasan cosas todos los fines de semana, racismo y violencia que no es normal, que no está bien”, alertó Cano.
Por eso, el golero hizo un llamado urgente a la conciencia. “Tenemos que cuidar al fútbol, que dos parcialidades puedan estar juntas en una cancha, se pueda convivir y sea simplemente un juego. Si podemos ganar, que la gente se vaya contenta. Y si perdemos, no es la muerte de nadie”, puntualizó.
Así mismo, pidió “educar a las nuevas generaciones, para que tengan un futuro más provechoso, no sólo para el fútbol si no que para la sociedad. Al momento de que lleves a tu hijo a la cancha, explicar que es un deporte. No importa que ganes o pierdas, obvio que estás contento si ganas”.
Más tarde, el ex arquero de Coquimbo Unido pidió “empezar a erradicar la violencia con lo que tenemos al lado, nuestros hijos, nuestros sobrinos, nuestros hermanos. Demos un paso para adelante, trabemos lo que haya que trabar y pongamos la discusión en lo que hay que discutir”.
En el cierre, Matías Cano reiteró su autocrítica. “Nada quita que me equivoqué y perdimos dos puntos. Pero hagamos un stop, hagamos un alto, replanteemos lo que estamos haciendo. Me tocó ver algo que nunca vi. Cuidemos la salud de la familia que vino al estadio a pasar un rato agradable. Que la violencia no dependa del resultado”, completó.
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