Es imposible que Eduard Bello (Cua, 1995) pase desapercibido por algún sitio por dos razones: su amplia sonrisa y su inconfundible peinado afro. El puntero de Antofagasta fue uno de los pilares de la gran campaña que llevó a los nortinos -habituales candidatos a la lucha por la permanencia- a una competición internacional.
Bello atendió a Redgol durante la pretemporada del conjunto puma en Santiago, ya en la recta final de su recuperación. Superó en su momento una fractura en la tibia, sufrida en Viña del Mar justo el mismo día que para celebrar su gol, le pidió matrimonio a su actual esposa.
"(La recuperación) fue un proceso más bien rápido. Cuando no tienes la mente enferma, cuando mantienes buena actitud y todo pasa rápido, todo transcurre mejor", explicó Bello.
También entiende que él, incluso más que Soteldo u Otero, le abrió las puertas a un montón de jugadores venezolanos. Algunos, incluso, procedentes del mismo club en el que jugó él en su país: Carabobo. "Estoy contento por eso. Emocionado por abrirle las puertas a compañeros y sentir tanta confianza aquí (en Chile) y encontrar compañeros y hermanos. Acabo de ver a (Anthony) Blondell (nuevo jugador de Huachipato) con quien jugué también en Yaracuyanos...está Luis Mago en Palestino...y hay más. Es muy lindo ver tantos venezolanos que van a jugar aquí".
Cuando fue consultado sobre los rumores que le colocaron fuera de Antofagasta, bien fuera a Colo Colo, a algún otro grande de Chile o al exterior, Bello fue honesto. "No me presiona, solo trato de dar lo mejor y luego veremos qué es lo mejor para mi", admitió. "Me llama más la atención salir lejos", sentenció.
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