Con ochenta goles y 45 asistencias en 166 partidos, los tres años y medio de Alexis Sánchez en el Arsenal pelean por ser la mejor prestación individual de un futbolista chileno en la historia. Más allá de los cinco títulos o de su controvertido paso al Manchester United, el tiempo se encargará de poner las cosas en su lugar. 

Pero Alexis no tiene duda, y como reconoce en diálogo con TVN, "en el Arsenal era todo. Me sentía bien físicamente, la gente me cuidaba y me quería. En el campo cerraba los ojos y mis piernas andaban solas, porque tenía la confianza futbolística. Me sentía feliz y en un mejor momento físicamente", describe.

Su primer año en el Marsella de Francia deja sensaciones similares. "Ahora también me siento feliz, bien mentalmente", asume, aunque no se anima a regresar al conjunto londinense. "No sé si volvería al Arsenal, es como Udinese", admite.

Luego se queda con el conjunto italiano, que marcó su primera experiencia en Europa y de donde salió como mejor jugador de la Serie A italiana. "Si vas al estadio, está mi foto en el camarín, cuando los jugadores salen por el túnel... están (Antonio) di Natale, Zico, todos los históricos y me siento orgulloso de salir", sentencia.

Un brindis con los perros

Pero hay una reflexión. Y es que Alexis Sánchez cree más en su propia medida. "No espero el reconocimiento, lo aprendí con el tiempo. Es difícil que llegue. Uno tiene que sentirse orgulloso de sí mismo, porque el reconocimiento de los demás no llega nunca en la vida", advierte en diálogo con Gustavo Huerta.

"Más de los chilenos, que nos reconocemos poco. No le dices nada (al otro). Es lindo el reconocimiento, pero no lo esperes. A veces hago un brindis por mí, con los perros. Hay que ser un poco ególatra, creerse uno", concluye

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