Barcelona y Atlético Madrid jugaban los 70 minutos con el marcador 2-2 y Arturo Vidal estuvo muy cerca de convertirse en el héroe de los culés. El chileno armó y definió una que tenía a Jan Oblak sin opciones.

A Vidal lo bajaron en mitad de cancha y salió de falta rápido para Nélson Semedo hacia la banda derecha. El Portugués ganó línea de fondo y sacó el centro bajo hacia atrás.

Desde la media luna el Rey Arturo sacó un derechazo furioso que se fue apenas desviado del palo izquierdo de Oblak, que hacía vista perfilado hacia el otro lado de la portería.

Poco después Vidal ganó un cabezazo, pero el balón salió muy desviado en los mejores pasajes del volante chileno frente a los colchoneros.