Fue en el minuto 71 de la final de Copa Libertadores, que el técnico Dorival Júnior decidió el ingreso de Arturo Vidal para la victoria de Flamengo por 1-0 ante el Athletico Paranaense, en Guayaquil.
El King ingresó en un momento en que el rival se les estaba viniendo encima, por lo que el Mengao necesitaba estabilidad en la zona media, además de la pierna fuerte que solo Vidal les puede dar.
Por lo mismo, no extrañó que a los 75 minutos el seleccionado nacional se ganara la tarjeta amarilla, algo que fue aplaudido por todo el público ecuatoriano en el estadio Monumental, que se las agarró con el King.
Amonestado y todo, Vidal siguió demostrando su experiencia en la zona del mediocampo, aunque en cada falta que realizaba los jugadores del Paranaense pedían la segunda amarilla para la expulsión.
El argentino Patricio Loustau, quien había tenido una importante polémica con el King en Copa América, le perdonó la vida y lo dejó jugando hasta el final del partido.
Si bien el nacional quería jugar más minutos en la gran definición, tiene en su palmarés la Copa Libertadores de América, que lo deja contento junto a todos sus compañeros.