El 30 de abril de 2023, el duelo entre Universidad de Chile y Católica que se jugó en el Estadio Alcaldesa Ester Roa Rebolledo de Concepción, se debió suspender en el minuto 31 a raíz de graves incidentes provocados por hinchas azules.
Esta acción obligó a que el Clásico Universitario se debiera reanudar el 28 de junio en Rancagua, a puertas cerradas, con victoria azul por 3-0. Producto de este hecho, la Delegación Presidencial del Biobío denunció a Azul Azul por graves fallas en la organización del encuentro.
Tras un dictamen inicial de la Corte de Apelaciones de Concepción, desde la regencia de la U interpusieron un recurso de casación a la Corte Suprema para evitar el pago de una millonaria multa por daños y perjuicios.
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El dictamen de la Justicia contra U de Chile
Más de un año y siete meses pasaron desde aquella jornada para el olvido, para que finalmente llegara desde el máximo tribunal un dictamen, y para mala fortuna de Azul Azul fue negativo.
De esta forma, la concesionaria que rige los destinos de la U se verá obligada a pagar una millonaria multa de 3.504 Unidades Tributarias Mensuales, es decir, $235 millones de pesos a la Delegación Presidencial del Biobío.
Los motivos de estos graves incidentes
Durante el primer tiempo del Clásico Universitario en Concepción, un grupo de “hinchas” azules ingresaron a la fuerza a la tribuna preferencial del Estadio Ester Roa Rebolledo para lanzar bombas de estruendo y encender bengalas, además de intentos por entrar a la fuerza a la cancha.
La grave situación trajo consecuencias para trabajadores de TNT Sports y al cuerpo arbitral de aquel duelo, lo que obligó al juez central Francisco Gilabert a decidir la suspensión del encuentro que a esa hora iba 0-0.
Parte de los incidentes provocados por “hinchas” de la U en Concepción (Photosport)
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