Durante años fue conocida como La Maga y se transformó en ídola del hockey mundial. Pero esta vez, Luciana Aymar dejó de lado la imagen de campeona invencible y mostró su lado más humano.
La argentina, hoy radicada en Chile junto a Fernando González, siempre fue sinónimo de éxito: capitana de Las Leonas, ocho veces la mejor jugadora del mundo y una de las grandes leyendas del deporte en el país vecino.
Pero detrás de esa imagen de fortaleza también hubo momentos duros. En una reciente entrevista para La Nación, la exjugadora realizó fuertes confesiones sobre maternidad.
La otra cara de Luciana Aymar
Aymar se retiró con todos los honores. Sin embargo, en esta ocasión no habló de títulos ni trofeos, sino que contó lo difícil que le resultó ser madre.
“El hecho de ser mamá más grande, porque no tenía 30, (tenía) miedo a que no se me de también, muchos años que no se daba”, confesó.

Luciana Aymar lucha contra Eva De Goede durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (Getty Images).
Acostumbrada a la presión de una cancha y a la rutina exigente del alto rendimiento, Luciana confesó que el gran desafío no estuvo en los Juegos Olímpicos, sino puertas adentro de su casa.
“La pasé mal. Y decir ‘bueno, no se me va a dar’. Yo decía ‘¿cómo puede ser, estoy haciendo de todo, como lo hice en el deporte para que se me de, por qué no se me dará’”, explicó.
“Yo iba a los médicos y me decían ‘muchas veces que esto no depende de vos, no es como el deporte’ (…) Es muy frustrante la verdad”, agregó.

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La histórica Leona argentina dejó atrás la intensidad del hockey profesional para enfocarse en su vida familiar. A los 51 años, y tras años centrada en su carrera, llegó la maternidad.
“Yo postergué mucho la maternidad por mi deporte, porque fue la prioridad en mi vida (…) Conocí a Fer y ahí me dieron ganas de formar una familia”, contó Aymar.
Pero las cosas no resultaron tan fáciles. “Empezaba a pensar ‘no fuiste elegida para eso’ (…) Las mujeres en alto rendimiento, muchas veces, gastan todas sus proteínas y demás, por el alto rendimiento y también se traslada a todo lo hormonal y es difícil”, relató.
Hoy comparte su día a día con Fernando González y sus dos hijos entre Chile y Argentina, aunque sus palabras recuerdan los obstáculos que enfrentan muchas atletas al combinar alto rendimiento y vida personal.