Hace 18 años un chileno hizo historia ante una de las leyendas más grandes del tenis.
Un 12 de noviembre de 2007, en el debut del Grupo Rojo del Tennis Masters Cup 2007 -donde solo participan los ocho jugadores mejor clasificados al final del año- Fernando González se paraba al otro lado de la red con una mochila llena de derrotas ante Roger Federer: diez para ser exactos y cero victorias.
Pero lo que parecía una nueva paliza del entonces número uno del mundo, terminó siendo una de las mayores sorpresas del torneo.

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Un comienzo difícil para Fernando González
Como era de esperarse, el primer set fue del suizo. Federer quebró temprano y se lo llevó por 6-3 sin despeinarse. Parecía que la historia de siempre se repetía.
Pero Feña no se resignó. En el segundo set comenzó a soltar el brazo, enchufó los derechazos por los que se le conoce y obligó a Federer a meterse en un tiebreak. Ahí, el chileno brilló con luces propias: 7-1, y partido igualado.

Roger Federer y Fernando González en la Tennis Masters Cup 2007 (Getty Images).

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El día en que Feña González sorprendió a Federer
En el tercer set, ambos tuvieron oportunidades de quiebre, pero ninguno cedía. Hasta que González se encontró con la oportunidad y no la soltó.
Con un game lleno de nervios, pasó de 40-0 a deuce, pero lo cerró con puño apretado y corazón gigante. Y aunque una doble falta puso suspenso al final, el último error de Federer desató la fiesta: 3-6, 7-6(1) y 7-5 para el chileno.

Fernando González celebra su victoria sobre Roger Federer en la Tennis Masters Cup 2007 (Getty Images).
Esa sería su primera y única victoria sobre el suizo. Después de esto, Federer lo venció dos veces más, pero ese día, de todas formas, quedó para la historia.
La frase con la que Feña cerró su hazaña se volvió leyenda. Medio en broma y medio en serio, dejó claro que esa noche Shanghai fue territorio chileno. “Nadie me gana once veces seguidas”, lanzó.