Es un papelón. La Roja quedó fuera del Mundial 2026 en las Eliminatorias más accesibles de la historia. Con dos fechas aún por jugar, el elenco nacional se quedó sin chances matemáticas de ir a la Copa del Mundo y se ve condenado, por tercera vez consecutiva, a ver el torneo por TV.
La derrota contra Bolivia dejó a Chile con 10 puntos en el fondo de la tabla de posiciones. Ya no hay forma de alcanzar siquiera el repechaje. Por eso, Ricardo Gareca, que solo ganó un partido clasificatorio, dejó su puesto. “Me tendré que levantar como Chile se tendrá que levantar”, mencionó.
Sin duda, el DT es una de las grandes razones detrás del nuevo fracaso de la selección. Tomó decisiones que nadie entendía y fue criticado durante casi todo su proceso. Sin embargo, para Claudio Borghi, la eliminación va más allá del entrenador. Apuntó al gran culpable.
“Hay un pecado madre que no es de Gareca: es dirigencial. Trabajando en otro canal, dije que me parecía mal que llegara un entrenador con la única obligación de clasificar al Mundial y no con el trabajo de divisiones menores o proyectos deportivos”, dijo en ESPN.

“Hay un pecado madre y es dirigencial”, analizó Borghi | Photosport

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Para el Bichi, la administración de Pablo Milad es la responsable del momento que vive Chile. “Los pecados que se cometieron fueron graves. Después de cada proceso se sacan conclusiones; qué hicimos bien y mal. En estos últimos tres entrenadores que hubo en Chile, cuesta entender qué se hizo y a qué fue lo que apuntó“, sumó el comentarista.
Por su lado, Milad se lavó las manos. “La función del dirigente es facilitar y minimizar las variables de los cuerpos técnicos y es lo que hemos hecho. Dimos todo lo solicitado. Cuerpos técnicos, equipos, grupos profesionales del staff que nos solicitaron. Esa función es del dirigente. Más allá, depende del DT y los jugadores”, detalló el presidente de la ANFP.