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La gran sorpresa de la nómina de la selección chilena para los amistosos en Alicante es el hasta hoy desconocido Niklas Castro, delantero chileno-noruego y goleador del ascenso en la segunda división del país nórdico.
Pero también lo fue en Noruega, donde concedió una extensa entrevista a Nettavisen, en la que explica la “verdadera locura” que ha significado la convocatoria de parte de Reinaldo Rueda.
“Es una locura. No tengo palabras en verdad, es un sueño. Soñé con esto desde pequeño para representar este país. Al principio contactaron a mi padre, y luego se le informó al Aalesund (el club). Hablé con un coordinador y estoy muy ansioso por la emoción”, revela.
Según el medio, el jugador reconoce que le avisaron hace más de una semana, después del partido contra el Viking(26 de septiembre). “Pero no estaba preparado en absoluto. No pensé que fuera posible, pero si trabajas duro, es posible”, asume.
La decisión de jugar por Chile
Castro nunca quiso jugar por la selección de Noruega y asegura que siempre esperó actuar por el país de su padre. “Nunca hubo otra opción. Tengo claro lo que quiero y es jugar por Chile. Esta oportunidad es un sueño de pequeño”, sentencia.
Y si no es suficiente, hasta reconoce que siente “una afinidad más fuerte, en términos futbolísticos, con Chile”, antes de revelar una escena que vivieron millones de chilenos.
“Me senté a ver el Mundial y la Copa América con mi padre y mi hermano, y grité y lloré hasta bien entrada la noche. Por mi padre, mi hermano y mis amigos chilenos, que tenga esta oportunidad es un sueño”.
