La vuelta de Claudio Bravo a la Selección ratificó que es el mejor arquero chileno en ejercicio. Pero tener a Bravo es tener a un referente con opinión, y no le tembló la voz a la hora de pedir la vuelta de Marcelo Díaz.

El periodista Juan Cristóbal Guarello en su columna en La Tercera de este viernes, reflexiona sobre el gran problema que golpea al combinado nacional. "La cueca de la capitanía donde Rueda dice una cosa, los jugadores hacen otra y finalmente Paulo Díaz sale con la jineta para no darle el gusto a Claudio Bravo (y dejar felices a Vidal y Medel). Frente a las cámaras, Aránguiz se mata de la risa con el arquero quedando claro que él no es del lote que lo tenía vetado. Y Bravo, en lo suyo, pide a Marcelo Díaz una vez terminado el partido con Honduras. Como ya estableció que es el arquero titular del equipo, que no solo ataja sino que hace ganar 20 metros con el juego con los pies, se manda flor de tocada de oreja al entrenador y a sus enemigos", escribió.

A la hora de dar soluciones, Guarello no se resta y cree que "da la impresión que el entrenador vive haciendo malabares para que el camarín no le explote en las narices. A esta altura seguir dilatando el encuentro entre Bravo, Vidal y Medel es imposible. Ya no queda margen ni explicación creíble: o se juntan y se matan a palos en el camarín de una vez, o la selección chilena va a seguir perdiendo el tiempo con el objetivo primordial de que las estrellas no se ofendan.