Minuto 92, la pelota la toma Lionel Messi en la mitad de la cancha y empieza una contra mortal. Todo Chile se quedó en silencio viendo el desenlace.

La descripción pertenece a la última jugada del tiempo reglamentario de la final de la Copa América entre la selección chilena y la argentina, que finalmente fue para la Roja tras los penales.

Ese contragolpe casi mortal pudo haber cambiado la historia. Messi la alargó para Ezequiel Lavezzi, el Pocho encaró y mandó un centro al segundo palo para Gonzalo Higuaín, y el Pipa casi sin ángulo le pega ancha, ante la desesperación de Jean Beausejour y Claudio Bravo.

De milagro no fue gol, luego vino el alargue y los tiros desde los 12 pasos, donde fue todo rojo y por fin Chile podía gritar campeón.