Pese a que Claudio Bravo había vuelto al arco de la selección chilena en los amistosos de la fecha FIFA de septiembre ante Argentina y Honduras, fue en Alicante su verdadero reencuentro con el camarín, donde se volvió a ver las caras con Gary Medel y Arturo Vidal, líderes naturales del equipo de Reinaldo Rueda.
Pese a que en los primeros días de convivencia, se viralizó un video donde se le veía al portero alejado del grupo, los propios protagonistas confirmaron que todo estaba normal, no se sabe con certeza si hubo una conversación entre Bravo, Medel y Vidal respecto a las heridas que quedaron luego de la eliminación de Chile de las clasificatorias rumbo a Rusia, pero lo cierto es que las señales que dieron fueron inequívocas: remar en pos del equipo.
El arquero del City fiel a su estilo, se mostró tranquilo en todos los días que compartió concentración con sus antiguos compañeros. Se le vio alegre en los entrenamientos y tuvo en Alexis Sánchez el amigo conector con el resto.
Se fueron diluyendo los comentarios, las preguntas y los rumores del conclave entre los jugadores mencionados y Bravo habló en la cancha. Vital para mantener el cero ante Colombia y pese a que Guinea marcó dos goles (sin mucha responsabilidad del golero), apareció la otra faceta del formado en Colo Colo: ser un líder. Desde la charla previa al encuentro, Bravo sin portar la jineta fue uno de los oradores junto a Vidal y en el partido se cansó de darle instrucciones sobre todo a la última línea.
Bravo sumó 360 minutos en los últimos cuatro partidos de Chile adueñándose otra vez de un arco que tan bien defendió con anterioridad, y de pasó reitera que sigue siendo un referente para sus compañeros y un ejemplo para los más jóvenes.