Nicolás Jarry (35°) tuvo un espectacular debut en Roland Garros tras vencer al boliviano Hugo Dellien (160°) por 6-4, 6-4 y 6-2 en dos horas con 11 minutos. Un arranque espectacular que él mismo calificó con una nota 10, pero eso no fue todo ya que poco después llegó otra gran noticia: Daniil Medvedev (2°) quedó eliminado en su debut y con esto al chileno se le abre el cuadro del torneo.
El ruso de 27 años número dos del ranking ATP enfrentó al brasileño Thiago Seyboth Wild, ubicado en el puesto 172 del escalafón mundial y campeón del Chile Open 2020, en primera ronda y tras cuatro horas con 15 minutos cayó por 7-6, 6-7, 2-6, 6-3 y 6-4 en la cancha Philippe Chatrier. Un verdadero sorpresón, pero que hace gozar al Príncipe ya que uno de los rivales más duros en el papel ahora está fuera de competencia.
La Torre de Santiago integra la sección 6 del cuadro del segundo Grand Slam de la temporada, y ahora se mentaliza para desafiar al estadounidense Tommy Paul (17°) en segunda ronda este jueves 1 de junio. En caso de seguir avanzando hasta la cuarta ronda ahí podría toparse con Casper Ruud (4°), con quien ya tiene una historia muy reciente a su favor.
Jarry viene de coronarse campeón del ATP 250 de Ginebra, con lo que escaló hasta la mejor ubicación de su carrera en el ranking ATP, y en los cuartos de final sacó una tremenda remontada de 3-6, 7-6 y 7-5 sobre el tenista noruego de 24 años. Así, en caso de chocar con Casper a Nico le tocará volver a dar el máximo.
En otras secciones de la mitad para abajo, donde se ubica el chileno, aparecen nombres como Jannik Sinner (9°), Alexander Zverev (27°) y a quien también derrotó en semis de Ginebra y Frances Tiafoe (12°). El con mejor ranking era Medvedev, pero ya no sigue en competencia.
De esta manera, el panorama de Nicolás Jarry en Roland Garros es todavía más favorable de lo que era cuando recién comenzó el torneo. Así, ahora dependerá de él y de poder mantener su tremendo nivel en la arcilla parisina para poder avanzar y confirmar que vive el mejor momento de su carrera. ¡Con todo, Nico!