Hace un año el Abierto de Australia invitó a Novak Djokovic y lo ayudó a conseguir su visado, pese a que el serbio no estaba vacunado contra el Covid-19.

Tras varios días encerrado en un hotel, el Gobierno Central decidió deportarlo del país y no dejarlo competir en el torneo donde ha sido nueve veces campeón.

Nole volvió al país oceánico doce meses después y fue recibido con una ovación en el Rod Laver Arena, donde mostró un gran nivel para derrotar en sets corridos al español Roberto Carballés.

Fue uno de los pocos partidos que se pudo terminar en la noche del martes en Australia, pues la lluvia obligó suspender varios de ellos. 

Pero la cancha techada hizo que el serbio ni se entarara y en dos horas se deshizo del español con parciales de 6-3, 6-4 y 6-0, pese a que en la previa había acusado dolor en los isquiotibiales.

Djokovic se enfrentará en segunda ronda al ganador del duelo entre el francés Enzo Couacaud y el boliviano Hugo Dellien, aplazado al miércoles.

El serbio suma de esta forma 35 victorias seguidas en Australia, donde no pierde desde los octavos de final de 2018 frente al surcoreano Hyeon Chung.

Puede ser un torneo histórico para él, pues si lo gana, sumará 10 títulos allí, destronará a Carlos Alcaraz del número uno del mundo e igualará a Rafael Nadal con la mayor cantidad de torneos Grand Slam ganados.