Una jornada de aquellas se vivió en el Abierto de Australia. Y es que, en uno de los partidos que cerraba la jornada del Grand Slam oceánico, se hizo historia de aquellas. Andy Murray se impuso a Thanasi Kokkinakis en casi seis horas de partido, en un duelo que finalizó a las 4:15 de la mañana hora local.

El escocés debió batallar para venir de dos sets en contra para llevarse el compromiso. Caía por 6-4 y 7-6, en un partido que ya daba la impresión que iba a ser muy largo. Dos horas y nueve minutos ya llevaba el compromiso.

Pero la cosa siguió igual en los siguientes sets, aunque la dinámica del partido de a poco comenzó a irse para el lado del ex número uno del mundo y ganador de 3 Grands Slams. Murray vino de atrás dos veces en el tercero, en el que caía 0-2 y 2-5, para terminar llevándoselo por 7-6 en una hora y 23 minutos de compromiso.

Ya con un set a favor, el británico agarró más confianza y se llevó los últimos dos parciales por 6-3 y 7-5, completando la histórica remontada, que se transforma en el segundo partido más largo en el Abierto de Australia, solo por detrás de la final que disputaron el 2012 Novak Djokovic y Rafael Nadal, que duró 5 horas y 53 minutos, mientras que el Murray-Kokkinakis duró 5:45.

Un resultado que agarra mucha más connotación si se toma en cuenta que el escocés venció a Matteo Berrettini en primera ronda, también en cinco sets. En ese compromiso se tardó 4:50 para finalizarlo. 10 horas y media de tenis para un jugador que debió retirarse en 2019 producto de las lesiones y problemas en su cadera.

Sin embargo, el jugador se preparó para este año con la misión de dejar atrás sus dolores y mejorar desde lo físico. Algo que, en vista de lo que está logrando en Australia, le vino bien. 

Ahora, en tercera ronda tendrá otro rival de categoría. Se verá las caras contra Roberto Bautista Agut (24°), otro jugador que le encantan los partidos largos. Habrá que ver cómo llega el escocés de 35 años a ese compromiso, tras dos maratónicos partidos.

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