Pese a que se trata de uno de los deportes más tradicionalistas del mundo, la tecnología ya no le es indiferente al tenis. Ya desde 2008 se comenzó a implementar el sistema mundialmente conocido como ojo de halcón, el cual mostraba con una gran exactitud donde picaba la pelota en situaciones dudosas.

Fue una década en donde el sistema se implementó y ya nadie ponía en duda su presencia, especialmente en los torneos sobre césped y cancha dura. Pues bien, desde hace un tiempo se profundizó ese sistema y terminó transformándose en el sistema que actualmente se implementa en algunos certámenes, como el sistema de canto de líneas.

Este consiste en prescinidir de los jueces de línea y directamente jugar con el sistema automatizado durante todo el partido, no solo en las situaciones dudosas. El típico canto de las pelotas erradas, ahora era hecho por una computadora. Tecnología de alta gama que ahora, desde 2025, se comenará a implementar en todos los torneos del ATP.

Se trata de un brutal cambio en la historia del tenis, que eliminará uno de los más grandes gremios asociados al deporte, como son los jueces de línea. Un rubro que requería mucha rapidez, buena visión y también soportar a la presión de los tenistas que no quedaban conforme con los cobros.

Escenas míticas para nuestra memoria son la de Fernando González limpiándose el trasero con un pique de pelota dudoso en la semifinal de Roland Garros 2009, o el Nico Massú reclamano en la final de los Juegos Olímpicos, cuando un saque de Mardy Fish se fue un metro ancho y la jueza de línea dio la pelota como buena.

Situaciones que hacían dudar, especialmente en Copa Davis, cuando la localía era un factor importante. Como en Rusia, cuando Fernando González también vivió una situación de un cobro polémico, al igual que años más tarde en una serie contra Estados Unidos, cuando se enfrentaba a Andy Roddick.

Ahora, desde 2005 esos recuerdos ingratos quedarán atrás, ya que desde ese momento será una computadora la que decida si una pelota es buena o mala. Más de cien años de cobros dudosos, quedan de esta manera, en el pasado.