La NBA y el basquetbol en general es un deporte de mucho contacto físico. Los jugadores permanentemente van al límite y terminan con profundos cortes o dolorsas lesiones que, incluso, han terminado en carreras truncadas.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, no existe mala intencion en las acciones y se trata más bien de lesiones fortuitas, producto de los roces normales del deporte. Bueno, lo que ocurrió este miércoles no tuvo nada que ver con eso: fue mala intención pura y dura por parte de los dos protagonistas.

Se trata de Moritz Wagner y Killian Hayes de Orlando Magic y Detroit Pistons respectivamente. Un duelo entre dos de los equipos más débiles de la NBA. Ambos se jugaban el honor por tratar de sumar algún triunfo más que haga más digna unas campañas lamentables.

Finalizaba el segundo cuarto cuando una pelota suelta fue peleada por Wagner y Hayes. El de los Magic metió demás el hombro y provocó una fea caída en las sillas de su banquillo del estadounidense de origen francés.

Esto provocó la molestia inmediata de Hayes, que se paró y le metió un codazo por atrás a Wagner, dejando a este último completamente noqueado y desplomado en el banquillo de los Pistons.

Esto provocó la reacción inmediata de ambos equipos que se lanzaron con todo a discutir, provocando una de las montoneras más grandes de los últimos tiempos en la NBA. 

Una discusión que terminó con ambos jugadores expulsados por cometer sendas acciones antideportivas y se espera que sean sancionados por la liga, ya que la NBA en general es tremendamente estricta con estas peleas. Quizás, incluso, sean suspendidos por más de un partido.