Ana Milena Rojas, directora del cortometraje A Matter of Time, presenta una obra que destaca por su sensibilidad visual y su fuerza narrativa. Más allá de su trabajo detrás de cámaras, Rojas también es una apasionada por el deporte, disciplina que ha sido parte fundamental de su vida y que aplica a su carrera cinematográfica.
La película que se acerca a su estreno retrata la historia de Milena, una madre beneficiaria de DACA, cuya vida se ve sacudida cuando ICE hace una redada.
La historia de A Matter of Time
Acerca de como nació la idea para el cortometraje, Ana Milena señala que sintió el deseo de crear un cortometraje, pero que no sabía en qué enfocar la trama, hasta que una llamada con quien se convirtió en la protagonista de la cinta, Priscila Buiar, cambió todo.
“Deberías contar una historia personal”, le señaló la actriz. “Ese momento lo cambió todo. Me dio permiso para mirar hacia adentro, para girar la cámara y preguntarme qué había estado cargando en silencio durante tanto tiempo”, explicó Ana Milena.

“En el otoño de 2023, mientras volvía a solicitar la renovación de mi estatus de DACA, las cosas tomaron un giro inesperado. Lo que siempre había sido un proceso relativamente rutinario de pronto se volvió incierto y lleno de demoras. Mis papeles no llegaban, y con cada semana que pasaba, me sentía más y más invisible”, explicó.
Agregando que en su trabajo debieron ponerla bajo licencia sin sueldo hasta que sus documentos fueran aprobados. “De pronto, volví a estar indocumentada, despojada de esa seguridad temporal en la que había confiado. Mi vida y mi carrera quedaron en pausa, como si estuviera suspendida en un lugar extraño donde no existía del todo”.
En la misma línea señala que fue una pausa aterradora y que todos sus miedos salieron a flote, los cuales incluían la posibilidad de perder todo lo que había construido. “Pero en esa quietud, donde me sentía más rota, también encontré una extraña forma de claridad. Empecé a pensar no solo en mi historia, sino en los millones de inmigrantes que viven con ese mismo tipo de incertidumbre, no por meses, sino por años. Desde ese lugar empecé a escribir — vulnerable, cruda, real”.
La importancia del deporte en su vida
En conversación con RedCarpet, la directora habló sobre la importancia que tiene el deporte en su vida y como también influye en su carrera profesional.
“El deporte para mí es una forma de regresar a mí. En medio del caos, de las exigencias del trabajo, la creatividad, y las emociones que a veces se desbordan, mover el cuerpo se vuelve una manera de anclarme. No lo veo solo como ejercicio físico, sino como un espacio de silencio interno, de disciplina suave, de cuidado”.
“Hay días en los que entreno con fuerza, otros en los que simplemente me muevo para liberar tensión o recordar que estoy viva. Es una práctica que me enseña constancia, paciencia y presencia. Me recuerda que no todo tiene que ver con resultados inmediatos, a veces lo más importante es simplemente presentarse, estar ahí para una misma”.
“También es una forma de canalizar emociones. He llorado corriendo, he encontrado ideas mientras levantaba pesas, y he soltado ansiedad en una simple caminata. El deporte es mi pequeño ritual diario de fortaleza, tanto física como emocional”.
La historia personal que la llevó a crear AMOT
Ana Milena comenta que “A Matter of Time nació de una herida personal, pero se convirtió en algo más grande: una historia humana sobre la visibilidad, la fragilidad y la fuerza silenciosa que se necesita simplemente para existir dentro de un sistema que constantemente intenta borrarte”.
“Quería hablar de lo que ese tipo de miedo le hace a una persona, a una madre, a un hijo, a una familia. Quería mostrar la violencia emocional que viene de vivir en un limbo, y cómo ese dolor resuena en silencio, detrás de puertas cerradas. Estamos tan acostumbrados a escuchar estadísticas, noticias, actualizaciones de políticas… pero pocas veces nos detenemos a considerar la experiencia humana detrás de esas palabras”.

Agregando que la protagonista, Priscila Buiar, logró capturar eso en la pantalla. “En solo nueve minutos, fue capaz de mostrar por completo el doloroso silencio y los miedos de Milena a través de expresiones calladas. Te hace sostener la emoción con ella, como si contuvieras el aire. En su rostro ves transiciones emocionales sutiles pero profundas: del miedo contenido, al dolor negado, a la pequeña alegría con su hija, hasta entrar en modo de supervivencia”.
“Eso no se le puede explicar a una actriz, ella entendió desde dentro el peso emocional que carga una persona inmigrante”.
El reflejo de su historia en la trama
La directora señala que no es una copia de su vida, pero sí una traducción emocional muy fiel. “Lo que sentí y lo que todavía siento está ahí. Y creo que por eso conectó tan fuerte con el equipo. Brian Hoffman, mi coescritor y codirector, me dio total libertad para escribir lo que yo necesitaba contar, pero también me ayudó a ver la historia con otros ojos. Me enseñó a tomar distancia, a observarla con objetividad, sin perder su verdad”.

“Él mismo se sumergió en la historia con mucha honestidad y sensibilidad, aportando una crudeza emocional que hizo que la película cobrara otra dimensión. Porque aunque es profundamente íntima, también es universal para todas las personas que han vivido en la sombra del sistema migratorio.
Asimismo, puntualiza que su camino como directora latina en la industria del cine se siente como un inicio. “A veces me cuesta responder a esta pregunta porque siento que apenas estoy tocando la superficie de lo que significa realmente ser parte de esta industria. Pero incluso desde este lugar inicial, ya se siente lo desafiante que es”.
Al ser consultada sobre si siente medio de mostrar una historia con esta trama debido al ambiente político que se vive en Estados Unidos, Ana Milena fue categoría en señalar:
“Vivo con miedo todo el tiempo, simplemente por el hecho de ser inmigrante en un momento tan delicado en Estados Unidos. Pero en cuanto a la historia, no tengo miedo. Este proyecto nació para ser compartido ahora, en este momento. Siento profundamente que tenía que existir, justo así, justo aquí”.
Siendo enfática en señalar que es consciente de lo que está en juego al exponer este tipo de historias. “Pero también sé que este film no es una declaración política. Es una historia íntima, humana. Habla de una familia, de una madre, y de las emociones que la atraviesan. Si algo puede tocar lo político, es justamente lo personal. Y desde ahí, creo que esta historia encuentra su fuerza”.