Bastián Yáñez vive un momento difícil en Argentina: el delantero chileno forma parte del plantel de Godoy Cruz que confirmó su descenso a la Primera Nacional, una noticia que cae como un baldazo de agua fría para él y para los hinchas del Tomba en Argentina.
La jornada decisiva terminó en empate 1-1 ante Deportivo Riestra, resultado que dejó a Godoy Cruz en el fondo de la tabla anual y selló su paso a la segunda categoría del fútbol argentino.
Para Yáñez, la temporada no fue la esperada: llegó a Mendoza en enero de 2025 y apenas consiguió disputar partidos con continuidad, lo que lo dejó lejos de aquel rendimiento que mostró en Unión Española antes de emigrar.

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Reacciones y contexto del descenso
En Mendoza se mezcla la incredulidad con la frustración: hace apenas un año el club soñaba con torneos internacionales y hoy enfrenta la dura realidad de la Primera Nacional, un torneo exigente donde el objetivo será recomponer la identidad y planificar un regreso rápido.
El descenso de Godoy Cruz forma parte de una jornada con varios escenarios decididos: San Martín (SJ) también perdió la categoría y el calendario mostró hasta nueve escenarios posibles antes del cierre, lo que dejó en evidencia lo apretado de la pelea por la permanencia durante todo el año.
En lo personal, Yáñez parece haber vivido un retroceso en su adaptación al fútbol trasandino; desde Chile se sigue con atención su situación y hay quienes ya recuerdan la época en que era figura en Unión Española, antes de la mudanza que hoy se complica más de lo previsto.

Miradas sobre el futuro cercano
El desafío ahora es doble: Godoy Cruz deberá reorganizarse a nivel institucional y deportivo para no repetir errores, mientras que Yáñez necesita recuperar minutos, confianza y ritmo para no ver afectada su carrera a mediano plazo.
Para el atacante chileno, la temporada que viene será clave; volver a sentirse protagonista —sea en Mendoza o recuperando el protagonismo desde otra latitud— pasa por encontrar regularidad y recuperar la energía goleadora que lo llevó a cruzar la cordillera originalmente.
El descenso duele y obliga a tomar decisiones. Para Yáñez y para Godoy Cruz, la próxima temporada marcará si esto es un tropiezo hacia una nueva oportunidad o el inicio de una reconstrucción más larga.

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