La historia parte así: jugaba el Città di Viagrande de la Tercera División de Catalia, en el calcio amateur de Italia. De pronto, y en pleno partido, de las alturas aparece un helicóptero y se bajan encapuchados armados que secuestran al longevo futbolista Ignazio Barbagallo, todo ante la mirada atónita de los presentes.

Barbagallo colgaba los botines y según las informaciones de los medios locales, siempre fue un bromista empedernido. Después de horas de incertidumbre un video publicado en YouTube destapó la olla: todo era un montaje del jugador para terminar su carrera en grande…

Lamentablemente el hecho no fue considerado como una broma graciosa por los organizadores de la competencia, que sancionaron con la descalificación del jugador y una multa económica para el club.