El fútbol europeo está quebrado, porque este domingo se anunció la creación de la Superliga, certamen que reúne a los equipos más potentes del Viejo Continente, pero que ha provocado un rechazo generalizado.
Muchas voces se han alzado en Europa para repudiar la idea, debido a que consideran elitista el torneo que deja afuera a los clubes más pequeños, y que el dinero está quedando por encima de la pasión.
Pero la noticia también golpea a la selección chilena, porque dos de sus mejores jugadores, Arturo Vidal y Alexis Sánchez, pueden quedar fuera de la Roja en el caso que disputen el torneo con Inter de Milán, uno de los fundadores.
Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, fue duro este lunes al señalar que los futbolistas que disputen la Superliga no tendrán la opción de defender a su país en cualquier competición.
“Todos aquellos futbolistas que jueguen en esa competición, no lo podrán hacer con su selección. Todas las confederaciones están de acuerdo con eso”, dijo claramente el dirigente.
Luego, el esloveno agregó que “la clasificación para las competiciones europeas debe ser por méritos y que todos puedan competir contra todos. No puedo menos que mostrar mi rechazo al movimiento hecho. Todos estamos en contra de este movimiento”.
“El noventa por ciento del dinero de la UEFA regresa al fútbol y no solo a la élite. La UEFA no se mueve sólo por el dinero. Desarrolla el fútbol. La Superliga no es así. Sólo es negocio. Sólo interesa los bolsillos y no la solidaridad. Los valores del fútbol son otros. No vamos a permitirlo”, añadió con dureza.
La guerra está desatada y puede complicar, de rebote, a la selección chilena en su camino al Mundial de Qatar.