Este lunes la FIFA y la UEFA anunciaron a través de un comunicado que suspenden a todos los equipos rusos de las competencias internacionales hasta nuevo aviso.

"El fútbol está totalmente unido aquí y en total solidaridad con todas las personas afectadas en Ucrania. Ambos presidentes esperan que la situación en Ucrania mejore significativa y rápidamente para que el fútbol pueda volver a ser un vector de unidad y paz entre las personas", dice la misiva.

Uno de los más perjudicados fue el Spartak de Moscú que deb+ia jugar los octavos de final de la Europa League frente al Leipzig, pero tras esta medida quedó totalmente eliminado.

De esta forma los partidos que estaban programados para el 10 y 17 de marzo no se jugarán y el equipo alemán clasificará automáticamente a la ronda de los ocho mejores.

El club no tardó en responder: "La decisión de la FIFA y de la UEFA nos ha disgustado, aunque era de esperar. Desgraciadamente, los esfuerzos de nuestro equipo en esta competición de la Liga Europa se ven arruinados por razones lo más alejadas posible del deporte".

Luego, afirmó: "El Spartak tiene millones de seguidores no sólo en Rusia, sino en todo el mundo. Nuestros éxitos y fracasos unen a personas de decenas de países diferentes, e incluso en los momentos más difíciles el deporte, desde el punto de vista del club, debe construir puentes, no quemarlos".

 

"Se ha tomado otra decisión con la que no estamos de acuerdo pero que tenemos que acatar. El Spartak se centrará en jugar el campeonato ruso y la Copa del país. Esperamos conseguir cuanto antes la paz que todos necesitamos", concluyó.

Por su parte, la Federación rusa también se mostró decepcionada, pues la selección no podrá jugar el repechaje para el Mundial de Qatar 2022.

"Creemos que esta decisión es contraria a las normas y principios de la competición internacional, así como al espíritu deportivo", expresó el ente.

"Tiene un carácter claramente discriminatorio y perjudica a un gran número de deportistas, entrenadores, trabajadores de clubes y selecciones nacionales y, lo que es más importante, a millones de aficionados rusos y extranjeros, cuyos intereses deben proteger las organizaciones deportivas internacionales", finalizó.