Las dudas que existían sobre la cultura futbolística del anfitrión del Mundial de Qatar 2022 quedaron en clara evidencia en el estreno de la Copa del Mundo, con el duelo entre los árabes y Ecuador. Y es que la clara derrota del local hizo estragos en una afición que rápidamente buscó las puertas de salida.
Ya a mediados del segundo tiempo, cuando el equipo de Gustavo Alfaro ganaba cómodamente por 2-0 con doblete de Enner Valencia, el estadio Al Bayt comenzó a vaciarse. Los parroquianos se levantaron de sus asientos y dejaron solo al equipo de Félix Sánchez Bas, una actitud francamente insólita en este tipo de eventos.
Lo curioso fue que en el primer tiempo, pese a la derrota parcial, los fanáticos árabes montaban hasta coreografías de aplausos en los sectores populares, pero la emoción duró bastante poco y en el complemento comenzaron a verse varios claros entre las 60 mil aposentadurías del recinto ubicado al norte de Doha.
¿Qué hará la FIFA con el público local?
Cabe señalar que Qatar se convirtió en el primer país anfitrión que pierde en un partido inaugural por mundiales, con una actuación muy desilusionante en la que al representante sudamericano le bastó apretar clavijas en la primera parte del partido, para llevarse una victoria inapelable e iniciar con el pie derecho su derrotero en el Grupo A.
El problema será ahora para la FIFA, que deberá velar porque los estadios se mantengan llenos en su capacidad en lo que viene de Mundial. Por lo pronto, Qatar se enfrentará con Senegal el próximo viernes en la cancha de Al Thumama, y cerrará su participación -si es que no avanza a octavos de final- el 29 de noviembre enel mismo Al Bayt.
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