Leo Valencia pudo ser una buena alternativa para la selección chilena en la búsqueda de jugadores de perfil ofensivo que reemplazaran a algunos de los lesionados. Con la capacidad de jugar como interno o como puntero externo, el ex jugador de la U y Palestino había sido considerado por Reinaldo Rueda al inicio de su ciclo.
Pero tal y como enumera Globoesporte, el 2019 no ha sido su año: desde enero acumula apenas cuatro partidos producto de sus lesiones, siendo que en la primera contra Defensa y Justicia por la Copa Sudamericana, apenas jugó los últimos doce minutos.
A eso hay que sumarle que tuvo una pérdida familiar en la pretemporada por la que recibió permiso especial para volver más tarde de Chile; y que hubo acercamientos ya reconocidos desde la Universidad de Chile que no llegaron a buen término – Botafogo pedía US$ 3 millones de dólares por el pase del jugador-. Nada le salió bien.
Por eso en el Fogao ven con buenos ojos que el chileno ya se entrena a la par del grupo y estaría en el partido de la Copa de Brasil contra Juventude, este jueves 4.
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