Un récord histórico para el mundo del deporte generó recientemente la subasta de la camiseta que Diego Maradona utilizó en los míticos cuartos de final del Mundial de México 86, donde eliminó a Inglaterra con un polémico gol con la mano y otro que fue una obra de arte que probablemente muchos aún conservan en su memoria.

La legendaria tricota marca Le Coq Sportif con la dorsal 10 de la Albiceleste se vendió a un comprador de Medio Oriente que ofreció 9.2 millones de dólares, pero quien no quedó nada de contento con toda esta situación fue el exarquero Peter Shilton.

El retirado cuidatubos inglés de 72 años fue la víctima de los dos golazos del Diego aquel día y desde entonces ha dejado claro en varias oportunidades que no está ni cerca de poder perdonarlo por la cuestionada y también celebrada anotación con la mano, y ahora lo hizo nuevamente.

Así, el todavía afectado Shilton habló con The Sun sobre la subasta y disparó que "no hubiera cambiado camisetas con Maradona ni por todo el té en China por lo que sucedió ese día. Ni siquiera la usaría en la casa, ni siquiera para lavar los platos en mi bungalow".

35 años, 10 meses y 14 días han pasado desde aquel 22 de junio de 1986, pero Shilton todavía recuerda ese momento como si fuera ayer y aprovechó de disparar contra Steve Hodge, su compañero y quien cambió la camiseta con Maradona.

"Era capitán ese día, todavía me duele ahora. Lo único que me interesaba era ganar la Copa del Mundo, nunca se me ocurrió cambiar la camiseta con Maradona, pero mirando a cuánto se ha vendido, tal vez debería haberlo hecho", indicó.

"Si hubiéramos sabido que Hodgey tenía su camiseta en el vestidor, no lo hubiese logrado, la habríamos roto en mil pedazos, y apuesto a que Hodgey está feliz ahora que no hicimos eso. Él sabía lo que estaba haciendo cuando no nos dijo que lo tenía", complementó para cerrar.

Cabe destacar igualemente que esta no es la primera vez que Shilton se queja públicamente por lo que Maradona hizo y siempre ha dejado claro que no lo perdonó, algo que al fallecido ídolo trasandino nunca pareció importarle en lo absoluto e incluso varias veces bromeó al respecto.