Cada 22 de junio se celebra una fecha especial para todo el fútbol argentino. Un día como hoy, pero de 1986, Diego Maradona se vistió de genio y le dio un baile a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de México.

 

El partido prometía un espectáculo por la gran rivalidad entre argentinos e ingleses, un clásico que representaba mucho más que una disputa deportiva

Y el encuentro no defraudó, todo gracias a la memorable actuación del Pelusa, quien marcó los dos goles del triunfo argentino (2-1) y de qué forma: la famosa Mano de Dios y el Barrilete Cósmico, el mejor gol de la historia de los Mundiales.

 

 

LA MANO DE DIOS

Al minuto 6' de la segunda mitad, el Diego aprovechó un balón suelto de Hodge y tras un sorprendente salto, impactó el balón con la mano izquierda para superar la salida del golero inglés Peter Shilton.

El juez validaba el gol argentino ante los desesperados reclamos de los ingleses. Fue tan insólita la situación que los propios jugadores trasandinos no celebraron el tanto en un principio, hasta que el propio '10' los llamó para celebrar.

EL BARRILETE CÓSMICO

Solo cuatro minutos después llegaría la obra maestra de Maradona. Cuciuffo recuperó la pelota luego de un ataque inglés y dio un pase a Enrique que, ante la salida de Beardsley, se la entregó al Pelusa.

Diego comenzó su carrera en la mitad de la cancha eludiendo a Butcher, Fenwick, y al ingresar al área, Shilton salió a achicar el espacio y Maradona lo regateó por la derecha, definiendo al arco mientras Butcher se barría para intentar quitarle la pelota.

El gol fue perfecto, incluso por el mítico relato del periodista uruguayo Víctor Hugo Morales, quien catalogó al ídolo como "Barrilete Cósmico", un volantín estelar.

RENCOR DE PETER SHILTON

Años después del encuentro, el portero inglés, Peter Shilton, expuso todo su rencor contra el '10' argentino: "Creo que fue un día triste para todo el fútbol. Diego Maradona hizo trampa y se salió con la suya. Ese gol nos costó el partido, creo, porque fue primero y en unos cuartos de final tan importantes y cerrados nos dejó muy mal".

"Lo que más nos duele es que lo celebró como si hubiera sido legítimo cuando fue un tramposo que usó su mano. Él no pidió perdón. No lo perdono, no le daría la mano a Maradona", confesó hace unos años a Fox Sports.

Solo para entender el partidazo de Maradona ante Inglaterra, según estadísticas de Opta, el Pelusa eludió 12 rivales en los cuartos de final de la Copa del Mundo 1986. Fue el máximo para un jugador en un partido del certamen, y el máximo de Maradona en su carrera en un Mundial.