Joe Bryant es un niño inglés de 11 años, cumple 12 a fines de marzo. Todo común y corriente, pero su gran pasión es construir los estadios de la Bundesliga, en fieles reproducciones con piezas de Lego.
Tal como reporta la FIFA, el pequeño arquitecto ya ha terminado los estadios de Bremen, Berlín, Núremberg, Colonia, Maguncia, Augsburgo, Bochum, Friburgo, Leverkusen, Moenchengladbach y Schalke. El único recinto no alemán hasta ahora es el del Anderlecht.
Y es tan detallista que cuando construyó el estadio del Colonia hasta puso una cabra en honor a Hennes, la famosa mascota de club germano.
“Fuimos de vacaciones a Turquía y queríamos ver un partido del Ipswich, pero solamente daban partidos de la Bundesliga. Así que los vimos con un montón de seguidores alemanes, y fue genial. Además, los estadios alemanes son más atractivos, son muy distintos los unos de los otros y allí el fútbol es espectacular”, explicó Joe a la FIFA sobre su obsesión por las casas de los clubes germanos.
El niño se inspira en las fotografías que le envían los mismos fanáticos de los clubes y cuenta que siempre, siempre hay al menos una parte de cada estadio que es muy difícil de igualar. Así, tiene que tener la pieza correcta y si nobuscarla y comprarla al detalle por internet.
“Hay veces que Joe tiene hasta tres o cuatro estadios a la vez en casa. Y allí se quedan hasta que un club decide quedarse con uno o él necesita las piezas de Lego para un nuevo proyecto”, detalla la FIFA.
Es tanto el revuelo que causa su trabajo, que ya son varios los clubes que lo han invitado a la cancha, incluso dejando “las maquetas” dentro de sus museos. Siempre según la FIFA, los hinchas preguntan si venden el estadio de Lego.
“Mis amigos quieren que construya estadios de la Premier League, pero yo tengo ganas de hacer el Camp Nou o estadios de Perú, México, Brasil o Argentina”, añade Joe.
¿Cuál es la parte más difícil de esta afición? “Tienen que caber por la puerta del terror. La puerta de su cuarto, que es muy pequeña para sus maquetas. Los estadios tienen que pasar en vertical por dicha puerta, un reto de máxima precisión”, concluye la FIFA.