Chelsea y Manchester City entregaron un largo partido de 120 minutos en la final de la Capital One Cup. Ambos elencos no se hicieron daño y la copa se terminó definiendo por los tiros penales.

Antes de este momento, Maurizio Sarri y el joven arquero Kepa, protagonizaron un tenso momento. El portero del Chelsea terminó acalambrado y de inmediato el italiano quiso sacar a Kepa para el ingreso del ataja penales Willy Caballero.

Kepa se paró, vio que lo iban a sacar y mientras el cuarto arbitro levantaba la tablet para el ingreso de Caballero, el joven arquero se negó al cambio y armó feroz pataleta dentro del campo.

Maurizio Sarri no lo pudo creer, se indignó y terminó con un enojo terrible. El entrenador se retiró de la banca gritando por el tenso momento con el arquero desobediente.