El empate 0-0 entre Racing y Boca Juniors en Argentina dejó una polémica gigante, luego de que al empezar el segundo tiempo se viera a dos jugadores xeneizes con marcas en su cuerpo debido a una pelea que tuvieron instantes antes.

Se trataba del atacante Darío Benedetto y del defensa peruano Carlos Zambrano, que se cruzaron cuando el elenco se dirigía a los vestuarios en el entretiempo. El cuello del Pipa dejaba ver un rasguño, mientras que el incaico se llevó la peor parte porque su pómulo izquierdo tenía signos de haber recibido un fuerte golpe.

Un hecho que indignó al ídolo y emblema del club Juan Román Riquelme, que actualmente es el vicepresidente de la institución. Por lo mismo es que fue muy vehemente con ambos futbolistas para graficarles que el show que se pegaron fue horrible.

Una vez terminado el partido se dirigió a la concentración del plantel, para dejar en claro el bochorno protagonizado en el túnel puede traer consecuencias para ambos.

"Pasaron un límite", arrancó diciendo de pie frente al plantel, haciéndoles saber su malestar con la situación, la cual fue calificada como un "papelón", de "falta de respeto" al escudo y al hincha de Boca, asegurando que se analizará junto al Consejo de Fútbol la posibilidad de aplicar medidas disciplinarias.

Finalmente, dejó una frase que dejó a todos marcando ocupados en el elenco trasandino: "Son futbolistas, no boxeadores", para que se compren un Ubicatex y dejen de andar golpeándose en medio de los partidos.