Jonás Gutiérrez tiene para hacer una película: en su mejor momento cuando era jugador del Newcastle. y venía de jugar el Mundial 2010 en Sudáfrica, fue diagnosticado con cáncer, algo que lo tuvo alejado dos años de las canchas.
En entrevista con Olé, fue consultado respecto al mejor entrenador que tuvo. “Siempre digo que Sebastián Beccacece es el que más me marcó y más me enseñó. Analiza muy bien al rival y transmite muy bien cómo quiere que su equipo juegue, algo que no es fácil. Cuando ves un partido de un equipo de él, sabés que es un equipo suyo. Después le puede ir bien o mal en cuanto a resultados, pero sabés de que forma va a jugar y la dinámica que va a tener. Aprendí muchísimo de Sebastián”, aseguró el Galgo.
Gutiérrez recordó además todo lo que vivió a raíz de su enfermedad y explicó sus tatuajes. “Me hice hace poco un tatuaje en donde están los lugares en los que me tocó estar, la careta de Spiderman con la que festejaba los goles en Inglaterra, la Jabulani que fue la pelota en Sudáfrica… Es un poquito de todo”, relató.
Sobre la grave lesión que tuvo cuando era dirigido por Beccacece en Defensa y Justicia y se rompió el tendón rotuliano de su rodilla izquierda, Gutiérrez agradece que fue de viejo. “Creo que tuve la fortuna de que estas lesiones me agarraron de grande y eso es positivo. Me gustaría poder jugar con más continuidad, estar disponible, poder entrenar… Pero si miro para atrás, tengo que agradecer que no me pasara en otros momentos”, cerró.