Todo bien para Joaquín Correa por estos días. El delantero argentino se recuperó finalmente de una racha de lesiones y apareció a tiempo en el Inter de Milán, para consolidarse rápidamente como titular y el número uno para acompañar a Lautaro Martínez en punta. De hecho, este domingo será titular en la visita a Cagliari por una nueva jornada de la Serie A.
“Brío positivo, alegre desde el ingreso, aumentó la calidad del ataque del Inter”, fue la valoración de Sky Sports para la actuación del ariete trasandino en la final de la Copa Italia, el martes pasado ante la Juventus (4-2 en tiempos suplementarios). Pero lo que no se esperaba la prensa era la estelarísima presencia de Chiara Casiraghi.
Se trata nada menos que de la hija de Pierluigi Casiraghi, delantero italiano mundialista en 1994 y artillero de grandes equipos como la Juventus, Lazio y Chelsea, al que partió en 1998 para que en su lugar llegara el chileno Marcelo Salas al conjunto romano. Pero Chiara hizo una carrera completamente diversa.
La primogénita de Gigi es una reconocidísima bloguera de modas. Después de ser bailarina en su niñez, estudió Comunicación y Bellas Artes y hoy se dedica a las portadas de las revistas más influyentes del estilo de vida italiano, aunque con un acento especial: “Comparto con ustedes mi amor, por la estética y las marcas de lujo, pero también por las compras inteligentes”.
El tema es que la Copa Italia lanzó al mundo el romance entre Chiara y Tucu Correa. Según la prensa romana, el jugador y la modelo han estado vinculados sentimentalmente desde abril, pero la historia se hizo oficial tras la final de la Copa Italia, cuando se les vio juntos en la pasarela del estadio Olímpico de Roma.
Al otro día, la celebración sería más íntima. Lautaro Martínez y su mujer los invitaron a cenar, en compañía del arquero argentino del Atalanta, Juan Musso. La prensa ya estaba advertida y a través de Instagram se vio a la joven pareja, que rápidamente va llenando los tabloides de la prensa italiana.