Jaime Pizarro tuvo el privilegio que nadie más en el fútbol chileno ha podido tener. El Káiser era el capitán de Colo Colo 1991 y fue el encargado de levantar la Copa Libertadores de América, la única hasta ahora en el balompié nacional.
A casi 29 años de aquel triunfo ante Olimpia de Paraguay, Pizarro recordó su gran alegría en el Cacique: “Han pasado varios años ya, pero así y todo seguimos recordando con particular entusiasmo por una serie de situaciones, una de ellas por el tiempo que ha transcurrido y porque marca un hito que fue relevante respecto de la consecución de objetivos y resultados internacionales”.
“Es gratificante, el recuerdo es muy estimulante y ese grupo de jugadores cumplió un proceso previo donde vivió amargura, eliminaciones, frustraciones, para ir consolidando después un muy buen año que estuvo en un ciclo muy interesante, ya que resulta muy atípico para una institución tener tres entrenadores que comenzó con Pedro García, luego con Arturo Salah y terminó con Mirko (Jozic)“, añadió en conversación con la prensa del club.
Además, el Káiser se refirió al estilo de juego de Mirko Jozic: “Varios han recordado lo exigente que era Mirko y que después de su primer partido en el banco que ganamos 6-1 a Santiago Wanderers, llegó enojado porque según él debimos ganar por más goles, pero la vinculación y comunicación fue fluyendo y Mirko lo ha dicho en el tiempo, se siente muy colocolino e identificado con Chile por todo lo vivido y siempre que tenemos la oportunidad de reencontraros es muy grato y creo que el valor en lo humano fue determinante, ya que eso habla de manera muy significativa de los jugadores que teníamos y se reflejó en los resultados“.
Finalmente, otra alegría de Pizarro fue ser campeón en la quiebra con el Cacique, no como jugador, sino que como entrenador: “He vivido una cercanía y compromiso permanente con el club y esa fue otra situación fantástica, vivida de otra dimensión, vivida de la dificultad, apremios incertidumbre y tener un grupo de jugadores jóvenes identificados con Colo-Colo fue súper potente y ellos, lo demostraron así y lo agradezco”.
“El apoyo de Lizardo Garrido fue excepcional, Jaime Vera era el ayudante. Tuvimos una buena partida logrando hitos que uno quisiera tener como ir a Calama y ganar tres veces, dos de esas como liguilla. En el Clausura tuvimos una liguilla impecable, ganando los dos partidos en la final muy bien tanto en el Monumental y Nacional a un equipo que había sido campeón en el Apertura. No tuvimos expulsiones y la satisfacción de trabajar con ese grupo, de clasificar a torneos internacionales demuestra que fuimos perseverantes y es un recuerdo maravilloso para mí”, cerró.